Acto político partidista, disfrazado de Informe
Glorieta de Colón
Cada vez son más evidentes, no saben ni cuidar las formas, no son capaces de tener esa elegancia política y ni siquiera simular que realizan un acto republicano. Nada de eso. Ayer, los de la “4T” le dieron la razón, en público, a la oposición: que la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México ha estado los últimos cinco años –y seguirá así– al servicio del partido Morena, para el uso faccioso político de un grupo en el poder, y no al servicio de los habitantes de la capital.
Eso fue el supuesto cuarto informe de labores de Godoy, un acto político partidista de Morena –pagado con recursos públicos de la CDMX–, en el que la fiscal saliente descargó todo su enojo porque la oposición no avaló su ratificación por otros cuatro años. Pero ella se quedó corta junto al jefe de Gobierno, Martí Batres, quien fúrico lanzó un discurso de abierta confrontación contra la oposición, que incluso puede interpretarse como tambores de guerra ya en plenas campañas electorales.
El dato objetivo que desnuda la falta de atención a la procuración de justicia durante el periodo de Godoy como fiscal, es que el 99% de las denuncias que presentan los ciudadanos siguen en la impunidad. Todo esto, ni duda cabe, se los va a cobrar la ciudadanía el 2 de junio. Su gran molestia pareciera que es más el reflejo de su enorme miedo. Lo veremos.
Pleitos partidistas en la Cuauhtémoc
El panorama electoral de la Alcaldía Cuauhtémoc parece el más incierto de las 16 demarcaciones territoriales. Las pugnas internas tanto en Morena como en los partidos de oposición van a determinar quién tiene más probabilidades de ganar. En Morena, la alianza entre Martí Batres y Clara Brugada no quiere ya soltar nada, lo que implica que pretenden dejar fuera de la contienda a Katy Monreal, la hija del senador zacatecano, quien tiene mucha fuerza y cuadros políticos en la Demarcación. Si no va ella, Morena la puede perder. Sin embargo, enfrente también podrían dividirse y que eso empate los cartones: si el PRI insiste en que su candidata sea Silvia Sánchez Barrios, no la van a apoyar el PAN y el PRD, y llevarían su propio candidato.