Acusan a Turquía de torturar a detenidos tras intentona golpista
NUEVA YORK, 25 de octubre, (MOMENTO INFORMATIVO / CÍRCULO DIGITAL).- La policía turca ha torturado o maltratado a detenidos desde que el gobierno decretó el estado de emergencia a raíz del fallido golpe de Estado, el pasado 15 de julio, denunció hoy la organización Human Rights Watch (HRW).
En un informe titulado “un cheque en blanco: la suspensión de las garantías contra la tortura tras el golpe militar de Turquía”, HRW instó al gobierno turco a reinstaurar garantías contra la tortura al considerar que el estado de emergencia supone un “cheque en blanco” al maltrato de los arrestados.
“Al eliminar las garantías legales contra la tortura, el gobierno dio un cheque en blanco a las fuerzas del orden para torturar y maltratar a los detenidos como quieran”, dijo el director de HRW para Europa y Asia Central, Hugh Williamson, en un comunicado difundido este martes.
Recordó que con el decreto del estado de emergencia se aprobó una disposición que absuelve a los funcionarios de cualquier responsabilidad de sus actos, lo cual afecta directamente a los presos bajo custodia policial.
En su reporte, la organización de derechos humanos detalla en 43 páginas 13 casos de denuncias de torturas o maltratos de los detenidos, como privación del sueño, palizas, abusos sexuales y amenazas de violación cometidos en las dependencias policiales.
Destacó que las víctimas son en gran parte personas arrestadas bajo la acusación de formar parte de la cofradía del predicador exiliado Fethullah Gülen, al que el gobierno acusa de estar detrás del fallido golpe de Estado.
La tortura también ha sido cometida contra supuestos simpatizantes del proscrito Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK, la guerrilla kurda de Turquía) y otros grupos de izquierda contrarios al gobierno.
Una de las víctimas entrevistadas por HRW, Eyüp Birinci, relató: “El jefe de policía comenzó a golpearme la cara y los ojos, me pusieron boca abajo para golpearme las plantas de los pies; también me agarraron los testículos con fuerza amenazándome con castrarme”.
El Ministerio turco de Justicia negó que los presos sean maltratados, pero anunció que se ha establecido una comisión para investigar las supuestas acusaciones.
A raíz de la intentona golpista, Turquía lanzó una campaña masiva de represión contra los seguidores del clérigo Gülen, exiliado en Estados Unidos, y desde entonces al menos 32 mil personas han sido detenidas en espera de juicio.