CIUDAD DE MÉXICO, 06 noviembre, (CÍRCULO DIGITAL).–La iniciativa de “Ley Federal para el Fomento y Protección del Maíz Nativo“ representa un riesgo para la productividad del campo mexicano y, por lo tanto, pone en riesgo la autosuficiencia de maíz y la economía de millones de productores agrícolas, además de incrementar la dependencia de las importaciones, alertaron productores nacionales.
Actualmente, el 70 por ciento de la producción de maíz en México es a partir de semillas híbridas y mejoradas. La Ley pone en riesgo esta producción, así lo advierten los presidentes de la Confederación de Asociaciones Agrícolas del Estado de Sinaloa (CAADES), Gustavo Rojo; de la Confederación Nacional de Productores Agrícolas de Maíz de México (CNPAMM), Juan Pablo Rojas; y de la Asociación de Organismos de Agricultores del Sur de Sonora (AOASS), Baltasar Peral.
La ley, coinciden en señalar, pretende que el Estado tenga la obligación de garantizar que todas las personas tengan acceso al consumo de maíz libre de cualquier técnica de mejoramiento genético. Con esto, implica que los híbridos y las semillas mejoradas queden fuera.
Los dirigentes puntualizan que es urgente modificar el segundo párrafo del artículo 4, porque “da pie a interpretaciones y confunde organismos genéticamente modificados con técnicas de mejoramiento genético (semillas híbridas), las cuales se usan desde la época prehispánica”, aseveraron.
Los maíces híbridos, destacaron Gustavo Rojo, Juan Pablo Rojas y Baltasar Peral, tienen 70 años en el mercado, los producen tanto universidades como empresas y hacen posible que un país como el nuestro tenga la capacidad de alimentarse con este producto.
Los productores de los estados de Sinaloa, Sonora y de la Ciudad de México proponen que se incluya una definición correcta de maíz nativo. Si no se corrige la definición, manifiestan, la Ley no serviría para proteger a los maíces criollos mexicanos, porque estarían excluidos de la definición de Maíz Nativo de la misma Ley.
En caso de aprobarse esta ley, dijeron en entrevista, abre la posibilidad de que se registre escasez de maíz, aumentarían los precios de todos los alimentos a base de maíz, y “seríamos mucho más dependientes de las importaciones y esto no hace ningún sentido. No se cumple con los objetivos de seguridad alimentaria y tampoco con aquellos de autosuficiencia”, subrayaron los líderes productores de esas entidades.
En cuanto a las afectaciones para productores dijeron que quien cosecha cinco toneladas de maíz híbrido, sólo tendría capacidad para producir una tonelada si sólo sembrara maíz nativo.
Por lo anterior, apuntaron los presidentes que la ley impedirá a los productores utilizar sistemas de producción nuevos y seguros, y con ello, limitaría su productividad.
Los presidentes de la CAADES, CNPAMM y AOASS piden a los legisladores revisar la iniciativa y realizar los ajustes necesarios para lograr la preservación de los maíces nativos, sin afectar a los consumidores y alcanzar la seguridad alimentaria.
En el sector agroalimentario, indicaron Gustavo Rojo, Juan Pablo Rojas y Baltasar Peral, “sí queremos una ley que proteja a las especies de semillas milenarias, pero sin afectar la producción comercial, ni el precio, ni la soberanía alimentaria del país”.
Finalmente pidieron que los legisladores tomen en cuenta “nuestros argumentos y que vean el daño potencial que se le puede hacer a la producción de maíz y ponga en riesgo la autosuficiencia alimentaria. Cuidemos el maíz nativo y la biodiversidad, sí, pero sin afectar la seguridad alimentaria del país”.
