Percepción Política
*Juan Manuel Magaña
Andrés Manuel López Obrador, presidente nacional de Morena, aplica una de las grandes máximas de la guerra o la diplomacia: “el enemigo de mi enemigo es mi amigo”.
Se dice que este proverbio -tal vez árabe o chino- desarrolla el concepto por el cual dos partes que tienen un enemigo en común deberían poder trabajar juntos para obtener una victoria conjunta contra éste.
Si en política López Obrador tiene un enemigo, éste se llama Vicente Fox.
Nomás hay que recordar el odio con que se trataron cuando uno era presidente y el otro jefe de gobierno del DF; el absurdo intento de desafuero, y la cínica admisión de Fox de que fue él quien le ganó la elección de 2006 al tabasqueño. “Cargué los dados en lo que pude, claro que sí, y es democrático; por eso lo digo yo y lo dije: Fue un segundo triunfo para mí”, declaró alguna vez el guanajuatense.
Hoy AMLO va por tercera vez por la presidencia.
Y ahora dice: “Se vale rectificar”, al referirse al apoyo de Lino Korrodi a Morena. “Todos cometemos errores”, expuso El Peje acerca del ex operador del ex presidente Vicente Fox, para quien consiguió millonarias donaciones.
Korrodi fue uno de los firmantes, en Sonora, del Acuerdo Político de Unidad con militantes de diferentes partidos y ciudadanos de la entidad.
López Obrador justificó que no se vale que por un error toda la vida alguien este “marginado, estigmatizado…hay que aceptar a todos, hombres y mujeres de buena voluntad”. Algo de sorna había en esas palabras del seguro candidato presidencial.