AMLO y la bandera de la corrupción
Línea Fifí
Martín de J. Takagui
Si alguien sabe qué es lo que el pueblo mexicano quiere escuchar de un político y cuál debe ser el discurso para convencer, cautivar y persuadir a los electores es el presidente Andrés López Obrador, quien supo ganar la confianza de, por lo menos 30 millones de mexicanos para los comicios de 2018.
Culpar a la corrupción de todos los males de un país, no es del todo atinado, pero si una forma muy convincente de que las cosas tienen que cambiar y que si alguien lo denuncia públicamente, es porque está dispuesto a que se le revise todo su pasado personal, aunque existan quienes pudieran salpicarlo del mismo mal.
Cuando se habla con tales convicciones, cuando se apuesta a la corta memoria del pueblo, las cosas pueden funcionar, sobre todo cuando la espectacularidad de las declaraciones suenan bien, pero cuando un pueblo, como el mexicano, se encuentra ávido de venganza en contra de todos aquellos que lo han engañado y le han robado, el discurso es bienvenido y la mejor arma electoral.
Desde la última campaña presidencial, López Obrador aseguró que el fondo de todos los males del país era la corrupción, logró poner ejemplos de todos los temas que dieron sustento a sus declaraciones y llegó a señalar que, si se eliminaba la corrupción, el gobierno podría recuperar en favor del pueblo hasta 500 mil millones de pesos, que sería el equivalente al diez por ciento del presupuesto anual del país.
La persecución y captura de Emilio Lozoya, cabeza visible del escandaloso caso de Odebrecht, empresa de la que pudo haber recibido diez millones de dólares, resultó ser oro molido para los fines del jefe del Ejecutivo Federal.
Y Quién habría de oponerse o tan solo criticar una lucha férrea en contra de ese llamado cáncer de las finanzas públicas mexicanas que desde hace décadas existe y que todo mundo lo sabe, lo comenta, pero no se había visto tan claramente llegar hasta las más altas cúpulas del poder.
Acusar abiertamente a dos ex presidentes de la República, precisamente a los dos antecesores del propio López Obrador, no podría haber sido más rentable en materia electoral.
Sin duda el presidente López Obrador conoce, sabe usar y explotar el timing de la política y este es el ejemplo más evidente, pues a pesar de que desde el sexenio pasado se hablaba de Lozoya, de Odebrecht, de sobornos y de los ex presidente Felipe Calderón y de Enrique Peña Nieto, como se habló de todos los demás expresidente, no había una denuncia tan clara ni tan directa en contra de quienes tuvieron en sus manos las riendas del país.
Hoy, existe una denuncia de hechos, una denuncia penal ante la Fiscalía General de la República, en donde se responsabiliza de todos esos actos de corrupción en los que se recibieron, de manera ilegal, al menos diez millones de dólares, que fueron repartidos y usados de manera ilegal, para lograr objetivos políticos y beneficios personales de algunos de ellos,
Diputados, senadores, secretarios particulares, funcionarios de alto nivel, todos ellos de diferentes partidos políticos y hasta dos ex presidentes de la República han sido denunciados y tendrían que estar siendo investigados, para obtener más pruebas más allá de lo que pudiera decir Lozoya, que ni siquiera aparece como indiciado, sino como denunciante.
El mismo presidente López Obrador pidió públicamente al Fiscal General de la República que muestre, que de a conocer el video, que ofreció Lozoya como prueba de sus dichos, que haga públicas las declaraciones del propio ex director de Petróleos Mexicanos y así fue.
Esta misma semana un noticiario nocturno dio a conocer el video y los nombres de quienes lo “obligaron” a actuar al margen de la ley de quienes recibieron dinero y la forma en que se entregó con destino a diversos senadores.
Hay que recordar que cuando se da a conocer una investigación en curso, la ley señala que ésta se invalida, ésta pierde legitimidad. No se trata de ser malpensados, pero ¿quizás de esa manera, Lozoya esté siendo parte de un montaje que no llegará a tener consecuencias penales para los presuntos responsables?
Después de que se conoció el tan mencionado video, la Fiscalía General de la República dio a conocer las 60 fojas que integran la denuncia que presentó Emilio Lozoya ante el Fiscal Federal.
¿Cuál es el motivo para violar la ley en un proceso tan importante, en donde por primera vez, podrían existir elementos para juzgar penalmente a dos ex presidentes?
Quizás para la autoridad y para las altas esferas del poder, sea más importante el juicio de la sociedad que el juicio del Poder Judicial y el mayor interés es electoral.
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