CIUDAD DE MÉXICO, 20 de mayo, (CDMX / CÍRCULO DIGITAL).- El aumento del nivel del mar por el calentamiento global agrava los efectos de tormentas tropicales, ciclones y huracanes, alertó el experto Alfredo Sandoval Villalbazo, al señalar que se deben tomar las previsiones apropiadas para afrontar de manera eficiente las emergencias por estos fenómenos.
El director del Departamento de Física y Matemáticas de la Universidad Iberoamericana, mencionó que la existencia de contingencias derivadas de la presencia de huracanes durante los siguientes meses es inevitable, pero es imposible establecer un cronograma de fechas y lugares para ellos.
Ante esta situación, recomendó contar con las previsiones apropiadas para afrontar las emergencias y aumentar el acervo de información necesaria para comprender con mayor profundidad la ciencia inherente a estos sistemas complejos.
El pasado 17 de mayo el National Hurricane Center anunció completa tranquilidad tanto en las costas del Atlántico como en las del Pacífico, en el hemisferio norte del continente americano, pero el pronóstico es cauteloso y es únicamente válido por 48 horas, dijo.
En un comunicado, el especialista apuntó que un caso paradigmático es el del huracán Sandy, el cual afectó gravemente a la ciudad estadounidense de Nueva York en 2012, en coincidencia con una etapa de marea alta, y generó un aumento atípico del nivel del mar costero de 4.2 metros en las costas de Manhattan.
«Este tipo de sucesos obliga a las sociedades a incrementar sus conocimientos especializados sobre estos meteoros y a establecer medidas de alerta temprana para proteger a las poblaciones», indicó.
Expuso que contrariamente a lo que ocurre con fenómenos cuyas leyes físicas son de carácter lineal, fenómenos como los huracanes no admiten la posibilidad de ser anticipados oportunamente más allá de unos cuantos días.
Un término común que puede orientar al lector para comprender por qué se tiene una capacidad muy limitada de prevención ante este tipo de catástrofes es el efecto mariposa, pequeñas perturbaciones sobre un sistema complejo son capaces de generar grandes efectos en tiempos relativamente cortos, mencionó.
El experto expuso que las perturbaciones en un sistema atmosférico usualmente se amortiguan por efectos disipativos tales como la viscosidad del aire y la aleatoriedad de los movimientos a nivel molecular.
Sin embargo, la presencia de fuerzas termodinámicas, tales como diferencias de temperatura y presión en distintos puntos del sistema, pueden activar efectos turbulentos de alta intensidad.
