CIUDAD DE MÉXICO, 25 de agosto, (AMPRYT / CÍRCULO DIGITAL).- La consejera presidenta del Instituto Nacional de Evaluación de la Educación (INEE), Sylvia Schmelkes del Valle, presentó un replanteamiento de la evaluación del desempeño docente, en el que se tomaron en cuenta las inquietudes de los mentores.
En conferencia de prensa, indicó que en este replanteamiento se escuchó a los maestros, a través de las evaluaciones que se llevaron a cabo y de los señalamientos que han sido públicos, “hemos respondido una parte muy importante de sus preocupaciones e inconformidades”.
La titular del INEE dijo que por ello se unió a las voces que demandan que los maestros terminen con marchas y plantones y regresen a las aulas para que los niños sigan aprendiendo.
Detalló que el nuevo modelo estará listo en el ciclo 2017-2018 para los maestros que trabajen en escuelas o planteles regulares, y para el ciclo 2018-2019 para los mentores de preescolares y primarias indígenas, así como escuelas preescolares, primarias y secundarias multigrado, o telebachilleratos comunitarios.
Schmelkes del Valle dijo que ello permitirá tener más tiempo para hacer las adecuaciones necesarias a estos contextos.
En el acto, en el que estuvieron los integrantes de la Junta de Gobierno del organismo, destacó que se trabajó para dejar en claro que la evaluación es una verdadera herramienta destinada a lograr la superación del magisterio y no instrumento punitivo.
El nuevo modelo de evaluación del desempeño –que sigue siendo obligatoria- se pondrá en marcha a partir del año próximo, pero en noviembre de este año habrá una etapa de transición en la que ya se darán algunas de las mejoras, indicó.
La funcionaria abundó que en la evaluación de noviembre asistirán de manera obligatoria 24 mil maestros que obtuvieron calificaciones insuficientes en 2015 y todos aquellos que deseen concursar por una plaza, y de manera opcional quienes así lo deseen.
Hasta el momento se ha evaluado en el país a 140 mil maestros, lo que representa 10 por ciento del magisterio nacional en educación obligatoria, y se prevé evaluar al resto en aproximadamente cuatro o cinco años.
Silvia Schmelkes dijo que los cambios en la nueva evaluación no se refieren al hecho de que será más sencilla, sino fundamentalmente a que no se tendrá que acudir a realizarla a sede multitudinarias, pues “habrá la posibilidad de hacer la mayor parte de la evaluación y la parte más importante en su propio espacio”.
“También está el hecho de que los maestros podrán decidir en su periodo determinado cuándo presentarlos, lo que los hace más flexibles y accesibles”, refirió la consejera presidenta del Instituto Nacional de Evaluación de la Educación.
A diferencia del modelo 2015, que consideraba cuatro etapas, el que se llevará a cabo en 2017 plantea tres: informe de responsabilidades profesionales; proyecto de enseñanza, y examen de conocimientos curriculares o disciplinares y pedagógicos.
Los cambios, entre otras cosas, incluyen el informe de responsabilidades profesionales por parte del director, además la identificación que hace el propio docente de sus fortalezas y aspectos a mejorar.
“En el nuevo planteamiento se propone alejar el temor que este ha podido producir, para fortalecer, en cambio, el propósito original de la evaluación, consistente en apoyar el mejoramiento continuo del desempeño docente.
Ello “a partir de que el maestro tenga la oportunidad de ejercitarse en elaborar el proyecto de trabajo que se propone desarrollar en el salón de clase para que los alumnos logren los aprendizajes esperados”, comentó.