Avanza reconstrucción de carretera Xochimilco-Tulyehualco
Ciudad de México, 13 de Junio (MENSAJE POLÍTICO/CÍRCULO DIGITAL).-Para garantizar la seguridad de los usuarios de la carretera Xochimilco-Tulyehualco, continúan los trabajos de mejoramiento del suelo a través de mil 300 inyecciones de una mezcla integrada por Bentonita y Cemento Portland Compuesto (CPC), misma que dará estabilidad y mejorará las características del terreno.
La Secretaría de Obras y Servicios (SOBSE) señaló que la mezcla –que se compone de minerales y de un cemento con mayor resistencia al convencional–, se diseñó con base en los estudios realizados por geólogos, ingenieros y especialistas del Instituto de Ingeniería de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Con ella, se prevé recuperar la capacidad de carga del terreno.
Primeras acciones
Es importante recordar que, tras el sismo del 19S, la SOBSE ejecutó la limpieza de la carretera, la biblioteca y la Casa del Adulto Mayor, ubicadas en el Pueblo de Santa Cruz Acalpixca; además, se derribó un muro de contención que presentó un colapso parcial.
Al concluir esas actividades se efectuaron diversas pruebas a lo largo de los 350 metros afectados por la presencia de grietas. Para evaluar la composición del subsuelo se llevaron a cabo 26 sondeos en diferentes puntos de la vialidad y de la zona habitacional, a profundidades de entre 5 y 60 metros; así como 24 calas para evaluar la cimentación de los muros de contención existentes.
De manera paralela, se hizo un estudio geofísico para determinar el tipo de materiales que conforman el suelo hasta a 30 metros de profundidad, se generó una decena de perfiles estratigráficos que muestra la superposición de capas o estratos de la tierra en el terreno y se efectuaron tomografías eléctricas. Todo el análisis de la vialidad requirió de la participación de 15 personas en campo, 12 en laboratorio y tres máquinas perforadoras.
Diagnóstico
Las evaluaciones permitieron detectar que la falla del terreno obedece a que la vialidad se ubica en suelo de transición, entre la zona de lago y el suelo rocoso o firme; además, la extracción de agua del subsuelo ha generado agrietamientos que se agravaron con el movimiento telúrico.
Al tener los resultados se desarrolló un protocolo de atención mediante un modelo matemático, y se diseñó el proyecto de rehabilitación que consiste en la inyección de la mezcla especial en mil 300 pozos para reforzar el terreno.
Para comprobar que el plan de acción en la carretera era el idóneo, se llevaron a cabo inyecciones de ensayo, al fraguar el material se extrajeron los corazones (muestras) del terreno atendido y se enviaron a laboratorio para confirmar que los resultados eran positivos, porque el suelo se mejoraba y recuperaba su capacidad de carga.
Mejoramiento del suelo
Ya con la totalidad de los estudios concluidos al 100 por ciento, se hicieron las primeras inyecciones con un equipo en sitio que se compone de una revolvedora, una perforadora y una bomba de inyección; se tiene previsto que en próximos días se integren tres equipos más con tecnología de alta eficiencia.
Cada inyección es efectuada con especial atención, de manera previa se hace una evaluación de viscosidad y presión; y al concluirla se realiza un levantamiento topográfico, para evaluar el comportamiento del terreno y dar un seguimiento puntual.
Proceso de inyección
Para implementar la inyección, primero se perfora de acuerdo a la zona de la carretera con apoyo de un barreno (tubo de acero que horada el subsuelo). Posteriormente, se elabora la mezcla y se coloca en una revolvedora que la suministra al manguito –tubo de PVC con orificios en toda su longitud–, al momento de llegar a la profundidad deseada, inicia la aplicación de mezcla a presión. El procedimiento se efectúa de forma repetitiva hasta que se logran cubrir todas las fracturas del subsuelo.
Cabe destacar que las mil 300 inyecciones requerirán de aproximadamente 15 mil metros cúbicos de mezcla, los cuales equivalen a dos mil 142 revolvedoras, mismas que si las pusiéramos en línea recta sobre la Calzada de Tlalpan, se extenderían desde el Zócalo hasta el Anillo Periférico. Además, al sumar las profundidades de los mil 300 pozos, en total se perforarán 18 kilómetros a lo largo de los 350 metros dañados de la carretera.
Para este proceso de rehabilitación de la carretera mediante inyecciones, la Comisión de Reconstrucción de la CDMX aprobó para este año 50 millones de pesos. El proyecto permitirá dar mayor estabilidad a las construcciones aledañas a la vialidad; además, la SOBSE construirá un par de muros de contención para dar mayor seguridad a los automovilistas.
La dependencia continuará laborando en la zona para reabrir la vialidad y devolver la tranquilidad a los habitantes de Xochimilco, facilitando los traslados en el sur de la ciudad.