Brugada no emociona… ¡ni a sus acarreados!
Glorieta de Colón
El viernes se exhibió feo una realidad de la jefa de Gobierno electa, Clara Brugada: no emociona ni a sus acarreados. Ese día arrancó su “gira del agradecimiento”, y resulta que cuando la presentaron en el evento en la Alcaldía La Magdalena Contreras, casi nadie le aplaudió, se quedaron en silencio y ni se levantaron de sus lugares. La gente del presídium se paró para corear “¡jefa de gobierno, jefa de gobierno!”, y el impugnado ganador de la elección del 2 de junio, Fernando Mercado, enojado, comenzó a arengar a sus acarreados con señales de que se pusieran de pie. Por supuesto, Mercado quedó en ridículo con su jefa política, pues demostró que tiene problemas para controlar hasta a sus acarreados.
Revictimiza la Fiscalía de Lara
Luego por qué las mujeres se quejan de que en la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México no sólo ignoran sus denuncias, sino que hasta las revictimizan. Aquí un ejemplo: el día 7 de enero, una mujer agredida por su ex pareja abrió una carpeta de investigación por violencia, CI-FIBJ/UAT-BJ-1/UI-1S/D/00074/01-2024. De inmediato, apercibieron al imputado de que se abstuviera de realizar cualquier acto de violencia en contra de ella. Sin embargo, tres días después él acudió a la Fiscalía –donde su abogado presume tener “muchas influencias” – para inventarle a su ex pareja una acusación de robo de vehículo, carpeta de investigación CI/FITLP/UAT-TLP-3/UI-1S/D/000136/01-2024. Lo más delicado del asunto es que la carpeta por violencia no camina, a pesar de que continúan las agresiones, pero la carpeta por el supuesto robo avanzó muy rápido, le quitaron a ella el vehículo y no se lo han devuelto, a pesar de que desde febrero acreditó su propiedad. Lo anterior, afirma ella, constituye violencia familiar, violencia de género, violencia patrimonial, violencia económica, y falsedad de declaración. ¿Hasta cuándo el fiscal Ulises Lara va a permitir la revictimización por parte de sus subordinados? Ojalá fuera tan bueno en el cargo como para el danzón, que nos demostró hace unas semanas cuando rompió la solemnidad en el Congreso y se puso a bailar con la senadora Olga Sánchez Cordero.
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