Brugada y Harfuch, campaña anticipada
Mensaje Político
Alejandro Lelo de Larrea
En la esquina de Insurgentes y Puente de Alvarado se dan cita brigadas de promotores de Omar García Harfuch, aspirante de Morena a la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México. Cargan cientos de bolsitas con playeras y gorras que habrán de repartir por las calles de la Alcaldía Cuauhtémoc.
Para cualquier persona con dos gramos de inteligencia y uno de sentido común están en campaña electoral, pues además al entregar cada bolsita le dicen a la gente que Harfuch es el que va a ser candidato de Morena a la Jefatura de Gobierno y que no se olviden de él cuando les toque ir a votar.
La ciudad está tapizada, contaminados sus postes, bardas, el mobiliario urbano con propaganda que lleva el nombre y la imagen del propio Harfuch, pero también de quien es su principal competidora por la candidatura morenista, Clara Brugada. Ambos parecen tener recursos económicos de sobra.
Así de adelantada está la contienda, aunque será hasta el 5 de noviembre cuando formalmente comiencen las precampañas. Para entonces, Brugada y Harfuch ya habrán sumado más de 40 días de haber iniciado una evidente campaña, permitida por el Instituto Electoral de la Ciudad de México (IECM), que apenas la semana anterior, es decir un mes después de iniciado el proceso electoral, emitió los “Lineamientos para garantizar la imparcialidad, neutralidad y equidad en la contienda” de 2024.
También tarde, pero por fin reacciona uno de los actores políticos. Es el aspirante a la Jefatura de Gobierno por el partido Movimiento Ciudadano, Salomón Chertorivski, quien presentó una queja ante el IECM, en contra de Brugada y de Harfuch por “actos anticipados de campaña” y “uso indiscriminado de su imagen con fines electorales”.
Por lo evidente de los hechos, la manera tan grotesca en que actúan para promoverse antes de la campaña, el IECM tendrá que abundar en la investigación, incluido cuantificar el monto de los recursos erogados por Brugada y Harfuch, pero sobre todo el origen del dinero. Chertorivski presume que se utilizan recursos públicos del Gobierno de la CDMX y de alcaldías de Morena, y dice que esas evidencias abundan en videos y fotografías en las redes sociales, donde también advierte que se observa el uso de vehículos oficiales y personal uniformado para colocar lonas, pendones, posters y hasta pinta de bardas.
El IECM tiene que actuar de manera muy veloz, si es que pretende preservar su credibilidad como árbitro electoral, y también debe abundar en la investigación de oficio y turnar el expediente al Tribunal Electoral de la Ciudad de México (TECM), para que éste determine cuál debería ser la sanción. Es precisamente el planteamiento de Chertorivski. Alega que su recurso de queja debe terminar en “multas” o “impidiendo el registro de Harfuch o Brugada”, porque lo que han hecho “rompió el principio de equidad”, además del “cochinero de contaminación en la capital”, que ni Alcaldías ni el Gobierno de la Ciudad de México estén cumpliendo la orden del IECM blanquear bardas y retirar todo tipo de propaganda que contenga nombres, apellidos, imagen o algún dato que haga identificable a una persona… excepto informes de labores”. Prácticamente por cualquier avenida segundaria de la capital hay propaganda de Brugada o de Harfuch, y cada día más. Son evidentes actos anticipados de campaña, aunque seguramente el IECM y el TECM van a decir que no, aunque nadie les va a creer. Lo veremos.