Análisis a Fondo
Francisco Gómez Maza
· Buen ritmo en aumentos salariales
· Sólo hay que controlar la codicia
Sólo no hay que perder de vista “variables” como la codicia, la necesidad y el abuso, y aumentar la productividad para no desequilibrar la economía, y cuidar que comerciantes sin escrúpulos no apliquen presión sobre los precios para no desatar la inflación.
Y las advertencias tienen su fundamento en el hecho de que, en los primeros cinco meses del presente sexenio, los salarios de los trabajadores mejoraron de modo importante, por lo que el poder de compra de los consumidores empezó a recuperarse, lo que fortaleció el consumo de bienes y servicios.
Pero prevalece el temor, entre economistas del sector privado y del Banco de México, de que la mejoría en los salarios podría implicar riesgos para variables como la inflación, si no se atienden factores como el desempeño de la productividad. La productividad es una palabra clave que le da confianza a los economistas empresariales. Les fascina la palabreja. Si hay productividad no les preocupa mucho el tema aumento de salarios.
De acuerdo con registros oficiales, las revisiones salariales entre sindicatos y empresas han dado como resultado un aumento salarial, en promedio mensual, de 6 por ciento entre diciembre de 2018 y abril del presente año. Las revisiones salariales, en enero, tuvieron como referencia el aumento en el salario mínimo general de 16.2 por ciento y el correspondiente al de la frontera norte del país con el 100 por ciento.
Al incremento de los salarios generales contribuyó el aumento de los salarios mínimos, así como la búsqueda de la recuperación del poder de compra de los consumidores, que históricamente venía deteriorándose considerablemente. Es importante aceptar que los salarios tienen que reforzar el poder de compra de los trabajadores (consumidores) para incrementar las ganancias del capital, pero cuidando la inflación, cuya autoría es atribuida a los incrementos salariales, cuando es principalmente producto de la codicia y avaricia de productores, distribuidores y comerciantes sin escrúpulos, quienes aumentan inmisericordemente los precios inmediatamente que mejoran los salarios.
Tomando en cuenta esta situación, los temores de los economistas del Banco de México aumentan a su vez. Temen que las ligeras subidas de los niveles salariales se conviertan en factores inflacionarios, que los obliguen a ser cautelosos en el momento en que se ven obligados a revisar los niveles de las tasas de interés.
.
De acuerdo con los expertos, las expectativas indican que las negociaciones entre sindicatos y empresas, que realizarán el resto del año, puedan dar por resultado aumentos salariales por arriba de los observado en el 2018. Y así, analistas bancarios no ocultan sus temores. Es probable, de acuerdo con expertos del banco central, que las negociaciones continúen presionadas por el alza del salario mínimo y que, dada la magnitud de los aumentos a dicho salario, además de su posible impacto directo, se afronte el riesgo de que estos propicien revisiones salariales que rebasen las ganancias en productividad y generen presiones de costos, con afectaciones en el empleo formal y en los precios.
La perspectiva es que las negociaciones entre sindicatos y empresas, que se llevaran al cabo en el resto del año, den por resultado aumentos en los salarios por arriba de los observado en el 2018. No obstante, los aumentos logrados en abril vinieron acompañados de contrastes. Trabajadores del sector privado recibieron un aumento promedio de 6 por ciento, mientras que en el público fue de 3.5 por ciento. [email protected]