Columna invitada / Cita Directa (Hola Q. Roo)
La elección del 1 de julio es por demás atípica. Es la primera vez que hay reelección; es la primera vez del nuevo gobernador y, es la primera vez que el poderoso politburó que coopta al Estado en todos sus órdenes tiene miedo.
Y tienen razón para ese miedo exacerbado. Las últimas encuestas aseguran que AMLO va a ganar de una manera contundente y no hay forma de evitarlo.
En lo local, el efecto Andrés Manuel tiene contra la pared a Carlos Joaquín y sus candidatos.
A ello se le suman las más de 250 ejecuciones; la Ley de Movilidad y sus letras chiquitas que dicen sí a los verificentros, y muchos más yerros de un desesperado Gobernador.
Quizá Carlos no le interese todo Quintana Roo, pero sí Cozumel donde va su sobrino, el Júnior, y Playa del Carmen, donde impuso a su hija política.
En estos dos municipios se ha volcado toda la fuerza del Estado.
Pero, además, en Solidaridad quizá el municipio más competido, donde Cristina Torresestá a un paso del precipicio, se ha ordenado una embestida oficial contra sus adversarios políticos.
En Playa del Carmen las huestes joaquinistas bajo el mando de Cristina Torres, lo mismo usan al aparato de gobierno municipal y estatal en la guerra de lodo.
Lo mismo se van contra el priista Martín de la Cruz, que contra la morenista Laura Beristain.
Cristina ha desatado una guerra de lodo contra Laura Beristain mientras a Martín de la Cruz le echan el aparato municipal encima.
Subida a la ola de AMLO, Beristain está por encima de Cristina Torres y de Martín de la Cruz en las encuestas y eso los tiene muertos de miedo, y en su terror, arrastran a los empleados del ayuntamiento.
Los trabajadores de la Comuna asisten a las caminatas de Cristina bajo amenazas que llegan hasta el despido si no asisten y pasan lista.
Y es que, en esta elección, Laura Beristain ya acaricia la presidencia municipal.
Ante esta perspectiva, la respuesta de una furibunda ex presidenta municipal perdida en su propia miseria, ha sido por un lado, un ataque masivo en redes al más puro estilo de los ex gobernadores Félix González y Roberto Borge.
Mientras en tierra, su gente promueve el voto por Andrés Manuel López Obrador y por Cristina Torres.
Tan desesperada está Cristina que perdió la pena, la vergüenza, el orgullo y quizá algo más, y como a grandes males grandes soluciones quiere subirse al tren de AMLO, en una canallesca jugarreta autorizada por Carlos Joaquín.
El miedo no anda en burro, ah perdón, tampoco en burra.
