Washington, 06 Noviembre (Mensaje Político/CÍRCULO DIGITAL).- Al margen del desenlace en las elecciones del 8 de noviembre, la candidatura de Donald Trump ha sido un “desastre demográfico” para el Partido Republicano, especialmente con los latinos, señaló hoy el diario The Washington Post.
Un nuevo sondeo del periódico y de la cadena Univisión mostró que la candidata demócrata Hillary Clinton está ganando el 67 por ciento de los votantes hispanos, comparado con sólo 19 por ciento de ese sector para el millonario estadunidense.
“Si Trump continúa en ese escenario de ganar alrededor de uno a cinco votos hispanos, marcaría una nuevo piso para los republicanos en este bloque crítico de votantes”, señaló el Post en su página electrónica.
En 2004, el entonces presidente George W. Bush obtuvo el 44 por ciento del voto hispano en su carrera de reelección, en tanto que John McCain obtuvo el 31 por ciento en 2008 y Mit Romney el 27 por ciento en 2012.
“Esa no es una buena tendencia. Especialmente cuando todas las proyecciones de donde se encamina el país muestra una reducción continua de los blancos y un continuo crecimiento de la población hispana”, mencionó.
De acuerdo con el Centro Pew, para el año 2065 los blancos serán el 46 por ciento de la población estadunidense, en tanto que los hispanos serán el 24 por ciento y los afroamericanos apenas el 14 por ciento.
Por comparación, añadió el diario, un 62 por ciento de la población de Estados Unidos era blanca el año pasado, en tanto que un 18 por ciento era hispana y 12 por ciento afroamericana.
Según cifras independientes, se espera que de los más de 27 millones de hispanos elegibles para votar participen entre 13.1 y 14.7 millones de electores latinos en los comicios del martes 8 de noviembre.
El incremento de la asistencia de los latinos a las urnas ha sido una de las grandes sorpresas del actual ciclo electoral.
Durante la fase de voto temprano, el sufragio latino se incrementó en 4.3 por ciento en Florida, 0.7 en Carolina del Norte y 0.8 por ciento en Georgia respecto del pasado periodo electoral de 2012.
La apuesta del millonario Trump es que un número sin precedentes de votantes blancos, incluidos aquellos que nunca han votado antes, compensen la falta de apoyo de las minorías raciales y étnicas a su candidatura.
