Casa-Museo de Ernesto Sabato continuará abierta al público
MÉXICO, 29 de abril (CÍRCULO DIGITAL).- La casa que habitó el escritor argentino Ernesto Sabato, quien este 30 de abril cumple cinco años de haber fallecido, recibió un subsidio por parte del Senado bonaerense para continuar los trabajos de mantenimiento necesarios a fin de que pueda seguir abierta al público de manera gratuita.
Durante el recorrido que realizó el vicegobernador de la provincia de Buenos Aires, Daniel Salvador, recordó la figura de Sabato como “un hombre comprometido con su tiempo” y destacó su labor al frente de la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (CONADEP), de acuerdo con un diario local.
En septiembre de 2014, la nieta del autor Luciana Sabato, convirtió la casa que habitó con su esposa Matilde y sus hijos Mario y Jorge, en museo a fin de ofrecer al público recorridos gratis y adentrarse en la vida personal y profesional del autor de “El Túnel”.
De acuerdo con el portal del Instituto Cervantes, Ernesto Sabato Ferrari nació en Rojas -provincia de Buenos Aires, Argentina-, el 24 de junio de 1911, hijo de los italianos Francisco Sabato y Juana María Ferrari.
Inició sus estudios en la Escuela Primaria de Rojas, y después la secundaria en el Colegio Nacional de la Plata, su gusto por las ciencias lo llevó a cursar la licenciatura Físico Matemáticas en la Universidad Nacional de la Plata.
Ya dentro de la comunidad universitaria manejó temas relacionados sobre el Marxismo y siguiendo sus ideas políticas que se contraponían al sistema fundó el grupo universitario Insurrexit con enfoques comunistas.
Al estar relacionado en la política juvenil, fue nombrado Secretario General de la Federación Juvenil Comunista en 1933, misma fecha que conoce a la joven estudiante Matilde Kusminsky Richter, con quien tuvo un noviazgo, se casó y formó una familia.
En un esfuerzo por consolidar su liderazgo y conocimiento de la teoría Marxista, fue enviado a la Escuela Lenista de Moscú, la cual albergaba a jóvenes militantes del partido comunista del todo el mundo, pero declinó la idea y huyó a París, Francia.
En ese contexto de indecisión y búsqueda de un nuevo rumbo de vida, escribió su primera novela “La fuente muda”. De regreso a Argentina en 1936 inició sus estudios de postgrado en física en la Universidad Nacional de la Plata, donde terminó un doctorado en 1938.
Según sus biógrafos con el apoyo de Médico y Farmacéutico Bernardo Houssay (1887-1971), Sabato consiguió una beca anual para trabajar en la investigación sobre radiaciones atómicas en el prestigiado Laboratorio Curie en Francia.
De acuerdo con el portal Escritores.org formó parte del Massachusetts Institute of Technology (MIT) en Estados Unidos por dos años y después regresó a Argentina para ejercer como profesor en el área de Relatividad y Mecánica Cuántica.
En la década de 1940 después de realizar una carrera fructífera en la investigación científica, Sabato atravesó una crisis personal que lo llevó a sumergirse en la literatura y apasionarse por la escritura.
Su literatura es conocida por manejar la novela y el ensayo, utilizando la narrativa con temas relacionados a la libertad, justicia social, crítica política, con un enfoque anarquista pero con gran humanidad y humildad.
El escritor publicó su primer artículo en la revista “Teseo de la Plata”, en el que abordó el libro “La invención de Morel”, de Adolfo Bioy Casares (1914-1999). También colaboró con la “Revista Sur”, lo que le permitió conocer a intelectuales de la época, entre ellos, Jorge Luis borgues (1899-1986).
Publicó dos reconocidas obras: la colección de ensayos breves “Uno y el Universo” y su libro “El túnel” el cual obtuvo reconocimiento mundial y fue traducido a varios idiomas.
Con una carrera cimentada en la literatura, Sabato empezó a obtener cargos de relevancia y en 1955 dirigió el periódico “El mundo argentino” y para 1958 fue nombrado Director General de Relaciones Culturales del Ministerio de Relaciones Exteriores de su país.
En el género ensayístico destacan sus obras “Hombres y engranajes” (1951), “Heterodoxia” (1953), “El escritor y sus fantasmas” (1963) y “Sartre contra Sartre” (1968), mientras que sus novelas más importantes son “Héroes y tumbas” (1962), “Alexandra” (1967) y “Abaddón el exterminador” (1974), entre otras.
Así como “Tango, discusión y clave” (1963), “La cultura en la encrucijada nacional” (1973), “Apologías y rechazos” (1979), “Entre la letra y la sangre” (1988), “Antes del fin, memorias” (1998), “La resistencia” (2000) y “España en los diarios de mi vejez” (2004).
Sus ideales políticos, científicos y literatos le permitieron hacer una crítica al gobierno dictatorial de su país en aquel momento, luchando por los derechos y valores de sus habitantes.
Fue nombrado presidente de la Comisión Nacional sobre Desaparición de personas (CONADEP) y poco después escribió “Nunca más” en el que aborda el tema del Proceso de Reorganización Nacional (1976-1983).
Su trayectoria y legado literario fue reconocido con la distinción Caballero de la Legión de Honor de Francia en 1979, el Premio Cervantes en España en 1984 y el Premio Menéndez Pelayo en 1997, de acuerdo con el portal “Buscabiografías.com”.
Como afición, Sabato practicó la pintura, a la que se dedicó en la última etapa de vida, luego de que sus últimos años estuvieron ensombrecidos por problemas de ceguera, que lo obligaron a dejar casi por completo la escritura y la lectura.
También se dedicó a dar cursos y participar en homenajes que se le dedicaron, entre ellos, el que le ofreció en 2004 el Tercer Congreso Internacional de la Lengua Española celebrado en Rosario, Argentina.
El científico, político, literato y activista Ernesto Sabato Ferrari murió el 30 de abril de 2011 a la edad de 99 años.