Ciudad de México a 10 de Abril (AMPRYT/CÍRCULO DIGITAL).-El presidente del gobierno de España, Mariano Rajoy, y el mandatario de Argentina, Mauricio Macri, celebraron hoy la mejora económica que registran ambos países después de una serie de reformas.
“Argentina y España viven un buen momento económico, fruto de reformas difíciles», dijo Rajoy durante el primer evento que compartió con Macri este martes, el primer día de su gira por Argentina.
Los mandatarios inauguraron el encuentro “España-Argentina” en el que participaron 70 empresarios españoles, entre ellos los 10 que encabezan las compañías con mayor caudal de inversiones en el país sudamericano.
«Esto es una muestra de las excelentes relaciones institucionales, culturales, económicas y comerciales que desde hace muchos años mantienen España y Argentina», agregó Rajoy.
El gobernante español también aplaudió las «valientes reformas» económicas impulsadas por Macri en sus primeros dos años de gobierno, ya que ello ha permitido que las expectativas de crecimiento sean “muy positivas».
Macri, por su parte, no escatimó elogios a los inversionistas al destacar “la importancia histórica de las empresas españolas en el desarrollo de la Argentina» porque “están en todos los sectores que trascienden la actividad económica y comercial».
Agregó que el ejemplo económico de España “es muy bueno para nosotros y estamos siguiendo el mismo rumbo», ya que eso ha permitido que el país sudamericano acumule siete trimestres consecutivos de crecimiento.
“Argentina ha logrado crecer reduciendo su inflación, reduciendo impuestos y reduciendo el gasto, eso no pasaba hace 100 años en nuestro país”, dijo.
El presidente aseguró que “los argentinos aprendimos de nuestros errores, queremos ser confiables, creíbles, previsibles y por eso estamos trabajando en mejorar nuestra institucionalidad todos los días y fijar las reglas de juego bien claras».
La gira de Rajoy se realiza en medio de una fuerte expectativa porque hacía una década que un presidente español no venía a Buenos Aires, debido a la tensión que marcó la relación bilteral durante el gobierno de Cristina Fernández de Kircner (2007-2015).
