25 de November de 2024
Cierres, entre la euforia, las promesas y las amenazas
Opinión Principal

Cierres, entre la euforia, las promesas y las amenazas

Feb 12, 2018

Tras la puerta del poder

Roberto Vizcaíno

Eufórico, exultante, como un gran vendedor que en verdad cree en el producto que promueve, Ricardo Anaya nos recordó ayer, subido a la estructura de metal del templete donde cerró su precampaña en Veracruz, a Enrique Peña Nieto subido en las enormes bocinas que se colocaban en sus eventos de campaña y con las cuales llenaban con su voz sus actos de proselitismo hace 6 años.

Y, al igual que Peña Nieto, hoy Anaya pide desde las alturas de sus eventos que lo apoyen, que voten por él, porque ahora sí que nada menos que él es quien representa el cambio que requiere México.

Y para alentar a sus simpatizantes a creer en lo que les dice, Anaya les asegura que mientras el PRI se hunde, las encuestas ya lo dan en empate con Andrés Manuel López Obrador. Es decir, un empujoncito, y rebasa al puntero.

Mientras eso ocurría en Veracruz, desde Tlalnepantla de Báez, Estado de México, bajo su pegajoso lema de “Yo merito” –del cual siempre estará agradecido a Tatiana Clouthier, coordinadora de campaña de Andrés Manuel López Obrador-, José Antonio Meade cerraba a su vez su precampaña mostrando músculo y prometiendo a su vez beneficios y estabilidad para México.

Mientras Anaya fue acompañado apenas por Miguel Ángel Yunes hijo, o Jr, y algunos cuantos líderes –en esta ocasión no estuvieron ni la senadora Alejandra Barrales, ni Dante Delgado, ni Chucho Ortega ni Chucho Zambrano, ni nadie significativo de la alianza Por México al Frente-, al acto de Meade llegó medio gabinete, un fuerte grupo de gobernadores y la cargada mayor del PRI, el PVEM y Panal.

Es así que a Tlalnepantla llegaron: Eduardo Sánchez, vocero del Gobierno Federal y director de Comunicación Social del Presidente Enrique Peña Nieto acompañado por Francisco Guzmán, Jefe de la Oficina del Jefe del Ejecutivo Federal.

Y los titulares del Infonavit, David Penchyna; de Hacienda, José González Anaya; de SCT, Gerardo Ruiz Esparza; de Sedesol,Eviel Pérez Magaña; del Trabajo, Roberto Campa; de Turismo, Enrique de la Madrid; de Energía, Pedro Joaquín Coldwell y de Agricultura, José Calzada.

Los gobernadores de Jalisco, Aristóteles Sandoval; de Oaxaca, Alejandro Murat; de Colima, Ignacio Peralta; de Campeche,Alejandro Moreno; de S.L. Potosí, Juan Manuel Carreras; de Hidalgo, Omar Fayad y por supuesto del Estado de México,Alfredo del Mazo.

El listado se ensanchó con los exgobernadores Arturo Montiel, César CamachoManuel Ángel Núñez SotoFrancisco LabastidaBeatriz Paredes y Emilio Chuayffet.

Ahí estuvieron los coordinadores parlamentarios en el Senado y la Cámara de Diputados, Emilio Gamboa y Carlos Iriarte,respectivamente y el líder del PRI, Enrique Ochoa Reza. A su lado los dirigentes del Verde Ecologista encabezados por elsenador Carlos Alberto Puente.

Ayer mismo comenzaron a fluir algunos comentarios de quienes ven esta concentración como un acto de debilidad de Meade. Es decir, van todos estos a su evento, para intentar fortalecerlo, apuntalarlo.

Yo creo que es sólo una reiteración de una costumbre priísta. Así fueron los eventos electorales y de poder de todos los candidatos presidenciales anteriores. Y la concentración de nombres indica que todos van a operar en lo suyo para que su candidato gane.

Pero sobre todo es un mensaje de compromiso y lealtad para el Presidente saliente que detenta todavía el poder de removerlos de sus cargos y no darles ninguna oportunidad de trascender.

Así de simple. Es el eje de “todos a una… Fuenteovejuna”.

PROMESAS Y PETICIONES

Así pues, mientras Anaya desde Veracruz y acompañado del Jr. Yunes Márquez basaba el éxito de su precampaña en haber logrado empatar en encuestas a AMLO, con lo que eso supone para él, en Tlalnepantla Meade cerraba su precampaña llamando a sus aliados del PRI a hacer un reconocimiento de errores para poder seguir adelante.

Y mientras afirmaba que él sí podía mirar a todos, ciudadanos comunes y corrientes y militantes del tricolor a los ojos porque nada debe, aseguraba tener el conocimiento de lo que México necesita y la capacidad para poder dárselo.

Y, como cualquier otro mexicano, “en este camino que he recorrido, he sentido y he compartido la misma indignación frente a la injusticia y la corrupción… compartimos la esperanza de un México mejor, nos hemos visto a los ojos y sabemos que podemos y vamos a mejorar. Voy a ser Presidente”, indicó en redes sociales.

“Vale la pena salir a dar esta batalla, vale la pena salirla a darla por nuestros hijos, vale la pena salir a dar esta batalla por México. Y vamos a salir a pelear por cada espacio, por cada posición y, porque vamos a presentar los mejores perfiles y las mejores propuestas, vamos a ganar en julio de 2018”, subrayó.

Al recorrer los 32 estados, dijo, se reunió con militantes, empresarios, pero sobre todo se encontró con ciudadanos con quienes compartió emociones y esperanzas.

Con todos ellos coincidió en que, en lugar de división y confrontación, el país requiere de propuestas concretas para combatir la corrupción y a la delincuencia organizada.

Destacó que en su recorrido pudo hablar con mujeres, quienes exigen respeto a persona y dignidad. Y ello requiere de salarios justos, sin diferencia de género, así como seguridad, tranquilidad en la casa familiar y apoyo para que sus hijos terminen la escuela.

AMLO

Reunido con varios miles de seguidores en un enclave central del panismo, en León, Guanajuato, Andrés Manuel López Obrador cerró su precampaña con el tono y el mensaje que lo definen.

Desde ahí dijo al expresidente Vicente Fox que debería ir agarrando su matraca para apoyar o a Anaya o a Meade “porque estamos arriba de ellos, les vamos a ganar y ya no te vamos a dar la pensión”.

Es decir, que piensa que su triunfo es ya inevitable y que entonces podrá agarrar el garrote y golpear a quien quiera. Y que, como dueño y señor de la pradera, podrá beneficiar a unos y dañar a otros.

Fox, te mando decir desde León, que se escuche bien y que se escuche lejos: me puedes decir Lopitos loquito, te recomendaría que te apures a ayudar a Meade o a Anaya”.

Dijo luego que junto con la pensión de Fox, también se irán las de Luis EcheverríaCarlos Salinas, y Felipe Calderón.

Y aunque todo eso parece ser un acto de venganza, dijo que no es un acto de venganza, sino de justicia.

“No puede haber gobierno rico con pueblo pobre… eso de la pensión a los expresidentes ni está en la ley, es un acuerdopinchurriento que firma el presidente que llega porque sabe que cuando se vaya se va a beneficiar. Pero yo cuando llegue ya no voy a firmar el acuerdo y que se acabe la pensión”.

Reiteró después lo que ha dicho a lo largo y ancho del país respecto de que él sí terminará con la corrupción porque “ya no se van a autorizar negocios que se lleven al amparo del poder público (porque) los negocios más lucrativos y las transas más grandes que se llevan a cabo en el país, llevan el visto bueno del presidente de la República… vamos a moralizar a México”, afirmó.

Dijo que conforme sube en las encuestas prepara los inventarios de bienes que les va a aplicar a los que saldrán del Gobierno.

Va a ver cómo y quienes usan la flotilla de aviones y helicópteros del Gobierno, mismos que –afirmó- serán vendidos como parte del proceso para eliminar privilegios y lujos de la alta burocracia.

“Ya falta poco y no quiero que se lleven nada”, indicó seguro de que esta vez, la tercera, sí la hace.

Así cerraron los 3 punteros sus precampañas.

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