Clara debe atender urgentemente la crisis del Metro
Glorieta de Colón
El mismo día en que Clara Brugada armó su bailongo por haber ganado la elección para la Jefatura de Gobierno, el Metro le recordó que, más allá de la fiesta, le espera una difícil labor al frente del gobierno capitalino, que heredará con un enorme descuido en mantenimiento en este sistema de transporte, que deberá atender de inmediato.
El sábado, usuarios reportaron un incendio en la parada Juárez de la Línea 3, y tuvo que ser desalojada la estación en ambos sentidos. Se informó que el siniestro inició porque se desprendió una manguera que causó un corto circuito.
Luego, ya casi al anochecer, en la avenida Congreso de la Unión, a un vehículo le cayeron en el toldo y el parabrisas pedazos de concreto de la estructura de la Línea 4 del Metro elevado, y por suerte el conductor no salió lastimado.
De este riesgo, ya había denuncias ciudadanas en redes sociales desde hace varios meses, en el que advierten las malas condiciones de esas estructuras. Así que, después de la fiesta, ojalá pronto conozcamos un proyecto verdaderamente integral para rescatar el Metro en la ciudad más importante del país, es lo mínimo con lo que debe arrancar Brugada.
El que se mueve no sale en la foto
Y hablando del baile de Brugada, también ella resultó con esa mala práctica de generar en sus eventos zonas VIP, dejando en claro que en Morena hay militantes de primera y de segunda. Por cierto, se revivió aquella consigna del muy viejo PRI, esa de Fidel Velázquez, quien atinadamente en esa cultura recalcitrante solía decir: “El que se mueve, no sale en la foto”.
Después de esta foto, habrá que ver a quiénes les cumplió Brugada en el Gabinete, no vaya a ser que aquel del Consejo Ciudadano para la Seguridad y la Justicia se quede sin hueso, a pesar de que le entró con ganas (¿y lana?) a la campaña, sin importar que descuidara su verdadera tarea ciudadana. Aquí le deseamos suerte, que al menos le toque reintegro.
Avanza transición en Cuauhtémoc
Por más que destacados militantes de Morena y autoridades del CDMX quisieron impedir el ascenso de Alessandra Rojo de la Vega como alcaldesa de la Cuauhtémoc, hasta el alcalde sustituto que operó a favor de Catalina Monreal en la campaña ya reconoció su triunfo.
El viernes tuvo a bien invitar a las oficinas de la Alcaldía a Rojo de la Vega a una reunión informal, de esas que son para tomarse la foto, con la que enviaron ese mensaje político muy poderoso. Una imagen del encuentro, divulgada por el equipo de prensa de Ale Rojo lo dice todo: ella y Ortega dándose la mano en la oficina del titular de la Alcaldía, con el logo oficial de fondo. Ahora falta ver hasta cuándo seguirá haciendo el ridículo Ulises Lara, encargado de la Fiscalía, con querer fabricarle algún delito a Ale Rojo.
Persiguen a consejeras del IECM
Morena y el bloque de consejeros del Instituto Electoral de la Ciudad de México (IECM) afines a este partido están que no los calienta ni el sol porque saben de la debilidad jurídica del resolutivo en que le regalaron siete diputaciones plurinominales a este partido, y que hay posibilidades de que lo puedan revertir en el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, instancia que resolverá en definitiva.
Tan molestos andan, empezando con la presidenta del IECM, Patricia Avendaño –que parece más morenista que Morena–, que ahora le inventaron a la consejera electoral Carolina del Ángel que supuestamente incurrió en un conflicto de interés en esa votación, porque una ex colaboradora muy distante a ella, iba en las pluris como diputada suplente, pero que de manera indiscutible le correspondía entrar.
Mal hace Avendaño en promover el linchamiento de sus pares, porque como decía Octavio Paz, la historia es como un péndulo. En realidad, el pecado de Del Ángel es haberse opuesto a que le regalaran siete pluris a Morena, y por eso la acosan. Es igual en el caso de la otra consejera que votó en contra, Erika Estrada, contra quien las hordas de bots de Morena en redes sociales le traen una campaña muy agresiva, ofensiva, de calumnias y bajezas.