¿Clara por fin dará color?
Mensaje Político
Alejandro Lelo de Larrea
Durante prácticamente dos meses, Clara Brugada ha mantenido un perfil sumamente bajo, y como no hay vacío político, el espacio lo ha ocupado Martí Batres para tratar de lucirse en sus últimos días como jefe de Gobierno, ante una oposición que tampoco ha hecho ruido postelectoral.
Mucha gente se pregunta dónde anda Brugada, hasta cuándo la vamos a ver ya metida en lo que viene, en la transición de gobierno, en ruta del cumplimiento de sus promesas de campaña. Parece que ahora sí ya va a dar color. Por tercera ocasión anunció que anunciará su gira del agradecimiento. La gente querrá escuchar cómo va a resolver sus principales problemas del día a día: movilidad, escasez de agua, inseguridad, inundaciones, contaminación, vivienda, por citar los más importantes.
Son varias las razones por las que Brugada se guardó. Primero, su convalecencia posquirúrgica, pues decidió continuar su tratamiento en las articulaciones de las caderas, y eso la tuvo más de 3 semanas prácticamente encerrada, en recuperación, en rehabilitación.
La segunda es en buena medida la razón por la que decidió la anterior: desde Palacio le dieron la instrucción de mantener un bajo perfil para no hacerle ni la más mínima sombra a Claudia Sheinbaum, que entre imposiciones presidenciales y decisiones propias ya anunció la mayor parte del Gabinete del séptimo año.
Otra razón también es que Brugada no tiene mucho qué decir, sobre todo porque lo más esperado es que anuncie su Gabinete. No ha podido hacerlo porque hay gente que espera ser llamada por Sheinbaum, y otros a quienes Sheinbaum les pidió que aguantaran porque no sabe si los va a contemplar ella o AMLO.
Brugada planea recorrer las 16 Alcaldías, pero no parece que su preocupación sea la Ciudad de México, más bien pinta que será más grilla que otra cosa, más bla, bla, bla. Dice que va a organizar al menos 100 foros sobre la Reforma al Poder Judicial Federal, que no atiende de manera frontal lo que día a día padecen los chilangos en falta de procuración de justicia, combate a la impunidad que alcanza el 99.1% en delitos del fuero común: robo con violencia, a casa habitación, secuestro, extorsión, violencia familiar, feminicidios, homicidios, daño en propiedad privada, sólo por citar algunos. Ojalá que Brugada tenga un buen diagnóstico y atienda lo que a ella le corresponde: reformar, transformar el Poder Judicial de la CDMX. A ver si desde ya le entra.
Respecto de su Gabinete, me dicen que hacia la segunda semana de agosto comenzará a informarlo. Ya anunció al primero: Pablo Vázquez, a quien ratificará al frente de la Secretaría de Seguridad Ciudadana. Con ello hace carambola de tres bandas: acata una instrucción presidencial, queda bien con Batres y no le atiza al avispero, para tener el menor riesgo político.
Otro tema de gran preocupación también en materia de seguridad y procuración de justicia es la Fiscalía General de Justicia de la CDMX, donde una vez rindiendo protesta Brugada haría una propuesta al Congreso. Sería un grave error plantear que continúe Ulises Lara, cuñado de Batres. Suena el nombre de Renato Sales Heredia, quien indudablemente tiene el aval que hace falta, el del presidente López Obrador. Fue su colaborador como subprocurador de la capital del país, cuando el tabasqueño la gobernaba.
Hay otros que es un hecho estarán en el Gabinete de Brugada. Por ejemplo, Alejandro Encinas, a quien lo ubican como posible jefe de la Oficina del GCDMX. También ven una concesión a Martí Batres, pues todo apunta a que podrían dejarle la Secretaría de Gobierno a uno suyo: César Cravioto. ¿Finalmente dará color Clara? Lo veremos.