Ciudad de México, 22 Febrero (AMPRYT/CÍRCULO DIGITAL).-Un estudio realizado por investigadores de Cleveland Clinic aportó nuevos elementos que demuestran que comer carne roja de manera regular puede aumentar el riesgo de desarrollar enfermedades cardíacas y descubrieron el papel que desempeñan las bacterias intestinales en ese proceso.
Una dieta rica en carnes rojas como fuente primaria de proteínas aumenta significativamente la producción de la TMAO (N-óxido de trimetilamina), en comparación con las dietas con carne blanca o no cárnica como fuentes de proteínas.
Lo anterior es parte de una investigación, en la que participaron 113 pacientes, que fue dirigida por el presidente de Medicina Celular y Molecular y jefe de la sección de Cardiología Preventiva y Rehabilitación Cardíaca, Stanley Hazen.
El TMAO es una molécula que se produce cuando las bacterias intestinales digieren la colina, la lecitina y la carnitina, nutrientes que abundan en productos animales como la carne roja y el hígado.
Según el análisis, el consumo crónico de carne roja incrementó la producción de TMAO por microbios intestinales, y redujo la eficiencia de los riñones para expulsarla, lo cual se ha relacionado con el desarrollo de aterosclerosis, ataques cardíacos, accidentes cerebrovasculares y complicaciones de enfermedades cardíacas.
«Este es el primer estudio para demostrar que los riñones pueden cambiar la eficacia con la que expulsan diferentes compuestos, dependiendo de la dieta que se ingiere, aparte de las sales y el agua», dijo el especialista.
Los participantes, secuencialmente (en orden aleatorio) recibieron planes de comidas completos preparados con fuentes de proteína de carne roja, carne blanca o no cárnica (en su mayoría vegetariana), en un 25 por ciento de sus calorías diarias.
Después de un mes de la dieta de carne roja, la mayoría experimentó una elevación en los niveles de TMAO en sangre y orina, mismos que aumentaron aproximadamente tres veces y, en algunos pacientes, el incremento fue de más de 10 veces durante la dieta de carne roja, en comparación con la dieta de carne blanca o no cárnicos.
Sin embargo, después de que los pacientes suspendieron la dieta de carne roja, los niveles de TMAO en la sangre y la orina disminuyeron durante el mes siguiente.