Se dispara la carestía con un dólar valiendo 20 pesos
Y la divisa estadounidense de apreciará aún más y más
Y los más afectados no son los importadores, sino los consumidores porque la inflación, decían mis maestros de economía, es el pesado impuesto que pagan los pobres sin recibir ningún beneficio, sino sólo la desgracia de o no poder adquirir lo que necesitan por lo caro, o empobrecerse exponencialmente y ser más pobres que antes de las devaluaciones de la moneda.
La prensa internacional y la nacional destacó que el dólar alcanzó su máximo histórico esta semana y como consecuencia, el sector empresarial prevé el encarecimiento de varios productos, que de acuerdo con la versión de El Universal serán: Computadoras, televisiones, equipos eléctricos, electrónicos, electrodomésticos —planchas, licuadoras, batidoras—; autopartes, focos ahorradores, ropa, textiles, calzado y alimentos de importación —maíz, lácteos, son susceptibles de que ajusten precios al alza debido al incremento del tipo de cambio.
Creo que es muy exagerado decir que los aumentos de precios son por la devaluación. Los precios ya vienen abultados desde que los inventarios llegan a las bodegas de los almacenes comerciales, como los medicamentos cuya producción cuesta un peso y son vendidos en 6,000 al consumidor. Pero de que la devaluación del peso afecta afecta inclusive a los presuntamente beneficiarios como las empresas turísticas y las exportadoras, porque lo que ganan lo pierden al importar insumos o maquinaria y equipo.
De todos modos, el encarecimiento de la vida es un hecho con la devaluación de la moneda, sea pretexto o no. Lo cierto y lo que nadie puede evitar, salvo que viviéramos bajo un gobierno keynesiano, es que los líderes adviertan que la vida va a ser más difícil de vivir a fin de año, aunque ya a estas alturas – 25 de septiembre – muchos productos con contenido importado son imposibles de adquirir. El presidente de la Concamin, Manuel Herrera Vega, y el presidente de Fomento Industrial de la Canacintra, Juan Manuel Chaparro, advirtieron que los efectos del dólar a 20 pesos se pueden sentir más en lo que resta del año. Coincidieron en que los productos sensibles a la volatilidad son de importación, o tienen gran porcentaje de insumos del exterior. Otros factores que van a presionar los precios son el alza en insumos y materias primas, así como altos precios de los energéticos.
Esa es la razón por la que productos que se importan son más vulnerables a subir de precios. Casi la mitad del maíz que consumimos es de importación; 35% de los productos lácteos y leches de consumo nacional se traen del exterior; la tercera parte del trigo; casi toda la soya, mientras que ha crecido la importación de sorgo y arroz.
60% de la ropa en México es de procedencia China y 100% de los focos ahorradores llegan de fuera”.
La depreciación acumulada en últimos 24 meses es de 33%. Las empresas no pueden seguir conteniendo estos incrementos en sus costos. Por ello, parte de éstos —al menos un estimado entre 4% y 6%—, serán irremediablemente transmitido a los productos, aunque cada empresa lo va a decidir. A consecuencia del tipo de cambio y mayores precios de las materias primas, los costos para la industria manufacturera se incrementaron a tasa anual de 7% durante agosto, de acuerdo con Herrera Vega. En el caso de la industria metálica básica, el alza fue de 22%; la fabricación de equipo de cómputo, comunicación y accesorios, fue de 16.23%; la producción de maquinaria y equipo, 10.74%; productos metálicos, 9%; el equipo de transporte, 8.96%, y textiles, 7.95%, principalmente.
En los últimos 12 meses, y también como consecuencia de la volatilidad en el tipo de cambio, según los registros de la Concamín, algunos aparatos electrónicos registraron alzas de hasta 50%, y otros productos subieron entre 5% y 20%.
El presidente del Consejo Coordinador Empresarial, Juan Pablo Castañón, aseveró: “Evidentemente tendrá que haber empresas que para sobrevivir tengan que repercutir los precios de sus insumos; otras defenderán sus mercados. Hay distintas medidas pero estas se toman empresa por empresa, no hay una ni política, ni instrucción, ni alguna tendencia”.
Y los que siempre se han opuesto a que el gobierno meta su cuchara en los procesos económicos, ahora piden que el Banco de México y la Secretaría de Hacienda para reducir la volatilidad de los mercados. Gustavo de Hoyos dijo a periodistas especializados que debe haber “acciones de inteligencia económica”, concurrencia eficaz y oportuna de decisiones entre Hacienda y Banxico para que se preserve la estabilidad económica, incluyendo el tipo de cambio, control del endeudamiento, para que la situación se supere. Herrera Vega, de Concamin, pidió combinar políticas monetarias, inyectar dólares y ajustar tasas. Juan Pablo Castañón, presidente del CCE, explicó que ahora que la Reserva Federal de EU decidió mantener las tasas de interés, el Banco de México debe aplicar medidas para estabilizar el tipo de cambio.
Pero los comerciantes organizados del país no tienen sentido mercadotécnico – quien vende barato vende más que el que vente caro y en esto recuerdo a Henry Ford – y prevén que será en la temporada navideña cuando se podrían dar las mayores alzas en los precios de productos, “la cual está contenida a pesar de que la paridad cambiaria rebasó los 20 pesos por dólar (mentira; todo está muy caro).
Y la inflación se disparará muy por encima del 3% pronosticado por el Banco de México. Bueno ya se disparó. Este domingo salí a ver los precios y están por las nubes, Una mochila que valía 150 pesos, ayer era ofertada en 350. Y quiero decirle que la devaluación impulsa los precios al alza, pero los comerciantes son más avaros que la misma devaluación, Y se aprovechan.