Conmociones cerebrales ligadas a deportistas de la NFL
Ciudad de México a 09 de septiembre ( CÍRCULO DIGITAL).-Son entre 1.6 y 3.8 millones de casos que se registran anualmente en Estados Unidos relacionados con conmociones cerebrales ligadas con deportes y recreación, según información del Center for Disease Control and Prevention. El deporte que se asocia con este tipo de casos es el futbol americano, el cual es el que más se practica en el territorio estadounidense.
“La conmoción cerebral es un lesión invisible que no se ve en neuroimagen, es una lesión que afecta al cerebro de manera muy profunda (…) la naturaleza repetitiva de los golpes contra la cabeza, como sucede en el futbol americano son golpes de subconmoción, que tienen un efecto celular, pero no provocan síntomas de inmediato. Por ejemplo, el liniero puede llegar a recibir más de 1,000 golpes en la temporada”, explicó Christine Baugh, estudiante de doctorado en Política de Salud de la universidad de Harvard, durante su participación en el Sport Innovation Society 2016.
En la etapa de high school son 1,057,407 jóvenes los que practicaron el deporte durante el ciclo 2016-2017, de acuerdo con National Federation of State High School Associations. Cabe señalar que en los últimos cinco años se registró un descenso de 3.5% en el número de personas que practica en este nivel.
En Arizona se detectó que menos chicos practicaban el deporte por los riesgos que representa las lesiones cerebrales; sin embargo, sus padres permitían la práctica de otras disciplinas de contacto.
A través del programa Barrow Brainbook, en el 2011 se difundió información con los atletas, entrenadores, padres de familia y médicos sobre las conmociones cerebrales. Javier Cárdenas, neurólogo y director de Barrow Concussion and Brain Injury Center, explica que el trabajo fue enfocado a dar a conocer síntomas físicos, emocionales y cognoscitivos.
Además, es necesario poner atención en el comportamiento posterior a una conmoción. Ente los síntomas están: mareos, náuseas, falta de concentración, problemas de memoria, dolores de cabeza y posible pérdida del conocimiento.
Para la población de entre ocho y 12 años crearon la aplicación Barrow Brain Ball, con la cual se buscó concientizar sobre el tema.
“Esperemos que en el futuro exista un diagnóstico, porque ahora es una evaluación clínica, por eso se tienen que hacer muchas cosas para saber si se tiene conmoción. En ocasiones, algunos atletas presentan síntomas al día siguiente”, señala Javier Cárdenas.
El especialista forma parte de los comités médicos que han conformado la NFL y enfatiza que los jugadores deben recibir más información sobre este tipo de lesión antes de ser profesionales, “pero a veces se limita sólo a firmar un papel en donde se indica que las conmociones son peligrosas, pero será mejor que se les proporcione educación al respecto”.
El periódico The Washington Post publicó esta semana una encuesta de los seguidores del futbol americano, quienes reconocen que las conmociones cerebrales son un problema importante en el deporte y en los últimos años el interés por el deporte ha decrecido 23%, pero sólo 7% corresponde al tema de las lesiones. Por otra parte, 45% de los seguidores indica que la NFL hace “muy poco” por evitar las conmociones cerebrales.
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En el análisis de 202 cerebros de personas que jugaron futbol americano, los cuales fueron donados de forma voluntaria por sus familiares, The Journal of the American Medical Association encontró que en 87% de los casos existía evidencia de encefalopatía traumática crónica (CTE, por su sigla en inglés). En 14 de los casos practicaron el deporte hasta high school y fueron tres en los que encontraron evidencias de CTE en un bajo nivel.
El expateador y ahora comentarista para la cadena deportiva ESPN, Raúl Allegre, comentó que estudios como el que realizó en su momento la Universidad de Boston “fueron alarmantes, pero las personas que llevaron a cabo el estudio dijeron que no era una muestra estadísticamente científica para decir que se puede concluir que jugar futbol americano causa eso. Entonces, hay otro grupo de jugadores que no se sabe cómo impactó el futbol americano a su cerebro”.
Allegre describió que en la época en la que jugó, en el protocolo de conmociones cerebrales les daban a probar sales de amoniaco y regresaban al partido. Ahora, la NFL tiene un protocolo para evaluar al jugador si tienen síntomas de conmoción.
“También es peligroso el futbol soccer, pero el americano tiene esa reputación, es un deporte de colisiones, jugada tras jugada. Esa imagen del deporte es como es, y uno acepta jugarlo con las consecuencias que pueden traer”, aseveró Allegre.
Con Información de ElEconomista