Corrupción, el trending topic de los mercachifles
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*Francisco Rodríguez
Dio inicio formal la temporada del ridículo político. Toda la perrada ya se alborotó nada más cayó el hueso, el tema, el tópico de moda: a rasgarse las vestiduras, destrozando, adonde se encuentre, cualquier retazo de «corrupción» aprovechable, con un poco de carnita, digno de inflar la boca de los fustigadores: ahora sí, ¡todos contra la corrupción!
A darle vuelo a la «húmeda», a la «sin hueso», a la lengua, pues, para acuerpar las palabras del arrepentido tardío, del que puso en la mesa el punto central, oportuno del debate, el que da la oportunidad de lavarse la cara a quien se sume a la ocurrencia, al que siga la inercia, como han señalado en Televisa que debe hacerse, durante un mes, como mínimo.
El divertimiento, la desviación necesaria de los temas de interés, la confusión del respetable, para lograr el «oxígeno político» que ordenan los cánones, el tiempo necesario para seguir haciendo de las suyas, siempre y cuando primero se haya uncido al coro de críticos de la deshonestidad. Un trending topic pa’ los guarros, pa’ los mercachifles.
Bíblicamente, Peña se rasgó las vestiduras
Desde el Antiguo Testamento se consideraba que rasgarse las vestiduras era el tema recurrente del duelo, la preocupación y el arrepentimiento que deben mostrar públicamente las personas, cuando ya es demasiado tarde. Es como irse a bastonazos, supuestamente enfurecido, contra el carro de lujo que se adquirió, mientras la familia se moría de hambre.
El ejemplo clásico: Jacob se rasga las vestiduras ante la supuesta muerte de José, el hijo con quien ha sido injusto. En los funerales, en señal de duelo, amigos y sirvientes de Jacob se desgarraban, se flagelaban cubriendo su cuerpo con ceniza, además de descalzarse con humildad reverente.
Homenajean a EPN por su arrebato de disculpa
Ahora, cualquier lugar es importante para el rito: Isabel Miranda de Wallace, quien ha convertido en un jugoso “bisnes” el asesinato de su hijo, encabeza el coro de las víctimas de todo delito, dirige el canto de «Las Mañanitas», mientras ofrece el pastel de cumpleaños al de Los Pinos, el ocurrente señalado como Jefe de la banda delincuencial.
Peña Nieto, conmovido ante tantos homenajes por su arrebato de disculpa, se estremece. Sin el teleprompter, pillado por la sorpresa, se enreda de la lengua mientras sigue convocando a la purificación. Su imagen, la de un tipo verdaderamente enfermo, estragado por no se sabe cuántos males. Sus empleados lo aplauden a rabiar.
¡Y todavía falta escuchar el discurso de Eruviel Ávila en las vecindades de Atracomulco, en la ceremonia formal del festejado! Todo lo que se ha dicho es poco, frente a las loas, elegías y basura que es capaz de expulsar por la boca el «presidenciable destapado» mexiquense, dueño de secretos impublicables acerca de la vida personal del homenajeado.
Hasta los empresarios festejan la ocurrencia
¡Qué padre es rasgarse las vestiduras, por la vergüenza simulada, en lugar de resolver los problemas, en lugar de atender las necesidades elementales, de observar la ley oportunamente, con justicia y decoro! Más, cuando encadenarse al juego reporta inmunidad.
Hasta el encargado del Consejo Coordinador Empresarial, un tal Juan Pablo Castañón, se da vuelo repartiendo un video grabado (desde luego, con riguroso teleprompter y cara de aflicción), oportuno, previo al Período Extraordinario donde se dará mate a la retorcida nueva Ley General de Responsabilidades Administrativas , que excluye a los proveedores…
… de presentar declaraciones de conflictos de interés, patrimoniales y fiscales, ¡faltaba más!… no sea que el público descubra en los haberes e intenciones empresariales las complicidades, trastupijes y embute$ de rigor. Ahora, están en la lista de los puros. Y además, Gamboa Patrón –el senador culi empinado a Castillejos Cervantes– ya festejó que la obligación para los fruncionarios inicia en julio del 2017, cuando ya estén a punto de irse limpios.
CCE: poner tras las rejas a todos; ¿y quién cierra?
El tal Castañon, legado de su antecesor, Gerardo Gutiérrez Candiani –protegé de Vi(rey)garay, que al no poder alzarse con la gubernatura de Oaxaca, fue premiado por su con la jugosa chamba de abarcar todos los contratos de obra e infraestructura para las ocurrencias de las nuevas Zonas Económicas Exclusivas del Sureste– se atreve a lo indecible.
Exige “ abatir toda la incidencia de los actos de corrupción y abusos, sobre todo, la impunidad con que se cometen”, abalanzarse sobre todos los gobernadores, presidentes municipales y uncionarios desleales, que practican el deporte… poner tras las rejas a todos (¿y quién cierra la reja, Castañon?)
¿Y aquello que decían nuestros padres y abuelos ya no tiene validez? “Tanto peca el que mata la vaca, como el que le agarra la pata”, ¿ya no es cierto? ¡Si los empresarios, antes de recibir la invitación al soborno, en la persona de Gutiérrez Candiani, eran contrarios a todo!
Narro se suma a la cargada. ¿Y Mikel Arriola?
No cabe duda que la corrupción es la grasita con la que se mueve todo el aparato, decían los experimentados de antes. Han sido superados. Ahora el aparato ya ni grasita necesita. Se ha convertido en un Leviatán de corrupción.
El impresentable José Narro Robles, honra y prez de la corrupción, el que arrasó con la decencia universitaria y ahora dispone en la Secretaría de Salud del segundo presupuesto del país, dice que la corrupción es una «asignatura» que tiene solución. ¿Pues no que su Jefe había dicho, cuando fue sorprendido en flagrancia por la opinión pública, que se trataba de un asunto cultural?
El cuajo de Narro no tiene nombre, ni rostro, ni memoria. Espeta su veneno verbal en uno de los templos de la corrupción: la Cofepris, donde el yerno de Heriberto Galindo, Mikel Arriola, ahora ungido con la dirección del IMSS, cobraba –y siguen cobrando– cincuenta mil pesos por cualquier trámite, sello, inspección, lo que fuera, a nacionales y/o extranjeros, sin exclusión.
Narro, con su morro característico, bautiza a la Cofepris como una «institución ejemplar de la modernización y la transparencia». De paso, exonera cualquier abuso que haya sido cometido por Mikel Arriola. Todos se cubren las espaldas, mientras tiran para el mismo lugar, como en «el juego de las cebollitas»
Todos gritan “¡al ladrón!, al ladrón!”, para no ser señalados
Las franquicias deben callarse. Ni una sola voz debe alzarse sobre la infamia de la construcción de las nuevas «Torres de la Democracia», la infame ocurrencia del hijito de Arnaldo Córdova, la que perpetuará en la memoria de los rateros una impronta execrable.
Ochoa Reza, el dueño de la flotilla de taxis, que hizo su cortísimo curriculum como valet de María del Carmen Alanís, la misma que como Presidenta del Tribunal Electoral Federal absolvió las violaciones electorales de gastos excesivos en campaña de los tolucos y pachuquitas, también echa de su ronco pechito:
«El PRI deberá perseguir y castigar a los corruptos». ¿Se habrá dado cuenta el infame Clavillazo –así bautizado en redes sociales por su enorme parecido con el cómico– que en su Declaración 3 de 3 quedaron todas las huellas de su arrastrada vida? ¿O ya sabe a quién le va a entregar?
Porque si fue designado por Enrique, «El Breve», debe tocarle la misma suerte. Si el sexenio de los tolucos duró dos o tres meses, sólo los necesarios para abusar del trending topic del Mexican Moment, Ochoa Reza tiene que aprovechar montarse lo que pueda sobre la corrupción, el nuevo trending topic de los guarros, de los quincalleros.
Total, quien no condene a la corrupción… ¡es corrupto! ¿No cree usted?
Índice Flamígero: Felipe del Sagrado Corazón de Jesús Calderón Hinojosa –¡salud!– acaba de recibir su premio a la corrupción. Luego de la desaparición de la Compañía de Luz y Fuerza del Centro para allanarle el camino a las generadoras extranjeras de energía, el michoacano ya es consejero independiente de la filial estadounidense de Iberdrola. Dicho Consejo tenía 12 miembros. Se amplió con 402 más. Calderón es, por supuesto, el consejero 414. Así de chiquito lo ven, también, en el extranjero. + + + Y El Poeta del Nopal nos obsequia su fina ironía: “No basta pedir perdón, / casi apretando los labios, / cuando en la lista de agravios / es líder la corrupción; / no hay forma de redención / si con vistosa armadura / sigue campeando la usura / y el pillo, multiplicado, / acecha por un costado / como feroz toro Miura.”