Análisis a Fondo
Francisco Gómez Maza
· Feminicidios, pederastia y asesinato de periodistas
· Y los criminales gozan de la más completa impunidad
El Papa Francisco, en su estancia en Perú pidió combatir los faminicidios en América Latina; en Chile pidió perdón por los delitos sexuales de los sacerdotes y ahí muy pocos le creyeron, pareció hablar sólo de dientes para afuera, y ni los feminicidios ni el acoso sexual clerical y laico terminarán mientras no cambien las vetarras estructuras de la sociedad y de las grandes religiones.
Los Estados, en el caso en Estado Mexicano, que es desde donde estoy escribiendo esta columna, están podridos. La estructura de la Iglesia católica hiede. En la Iglesia se repiten los grandes “pecados” de las Sociedades y de los Estados.
En el caso de México, bajo la égida de un gobierno corrupto e impune, no cejarán ni los asesinatos de periodistas, ni la pederastia, ni la trata de personas, ni los feminicidios, por mencionar unas cuantas aberraciones de las mentes criminales, alimentadas por el modelo neoliberal, y por la filosofía y la teología del dinero y la corrupción. Qué grave es la situación y quienes tienen la responsabilidad de servir a la sociedad desde las estructuras, el gobierno y las religiones, lo único que hacen es cerrar los ojos, si no es que encubrir a los acosadores, a los asesinos y a los feminicidas.
El Papa pidió en Perú combatir feminicidios en América; instó a repudiar cualquier forma de violencia y al crimen organizado, mientras los gobiernos se convierten en cómplices de los criminales de alto vuelo y muchos de sus miembros se integran a las filas de la perversión, y sólo son encarcelados los que se convierten en enemigos políticos y no porque verdaderamente sean criminales. En México, a los gobernadores presunta o declaradamente corruptos han sido encarcelados, no por corruptos, sino porque han caído de la gracia del presidente. Pero en cuanto a los asesinos de periodistas, de defensores de derechos humanos y de feminicidas, muy pocos han caído en manos de los encargados de impartir justicia por motivos nada claros, porque si el hijo de un político encumbrado es asesinado hoy, al día siguiente su asesino es aprehendido y puesto en manos del poder judicial.
Tan sólo refiriéndonos al asesinato de odio de mujeres, ese asesinato denominado feminicidio, un informe del mismísimo Sistema Nacional de Seguridad Pública ha revelado que de 2015 a 2017 este delito se incrementó en México 72 por ciento, sin que las autoridades puedan detener su avance, En 2015 se contabilizaron 389 asesinatos de mujeres; 580, en 2016; 671, en 2017. Mil 640 carpetas de investigación por feminicidio se iniciaron en los últimos tres años en el país, reportó el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, al dar a conocer por primera vez la incidencia delictiva con perspectiva de género. Sinaloa encabeza la lista con 82 feminicidios, el año pasado; en seguida están Veracruz, con 79; Oaxaca, 58; Estado de México, con 57; Nuevo León, con 43; Ciudad de México, con 37; Sonora, con 32; Chiapas, con 29; Tabasco, con 28; Jalisco, con 27; Morelos, con 27; Puebla, con 27.
Sinaloa encabeza también la lista de muertes intencionales de mujeres por cada 100 mil habitantes, con 5.33, seguido Oaxaca, Morelos y Tabasco. El top ten de municipios con el mayor número de feminicidios son Culiacán, con 32; Mazatlán, 15; Cajeme, 13; Veracruz, 13; Navolato, 10; Xalapa, 10; Centro, Tabasco, 10; Ahome, 8; Acapulco, 8; Cárdenas, Tabasco, 7.
“La contabilidad del delito de feminicidio se realiza conforme a su tipificación en las entidades federativas, la cual se ha venido dando de forma gradual durante los últimos siete años, completándose las 32 entidades federativas en octubre de 2017”. En cuanto a homicidios dolosos de mujeres, el Sistema Nacional de Seguridad registra 2 mil 585 a nivel nacional de enero a diciembre de 2017. Por entidad, el Estado de México ocupa el primer lugar con 301 asesinatos, seguido de Guerrero, 219; Chihuahua, 212; Baja California, 221; Guanajuato, 159.
De los asesinatos de periodistas hemos dado en este espacio profusa información. Los casos rebasan el centenar y muy escasos crímenes han sido aclarados y castigados los asesinos. En el caso de los feminicidios la situación es similar. Y la situación nos indica que estos crímenes continuarán incrementándose mientras el modelo económico y social del país no cambie; mientras el gobierno esté mangoneado por un grupo de pillos y vivales que no buscan lo que los panistas denominan el bien común, los priistas del pasado, justicia social y los neoliberales, modernidad. Por lo visto, el futuro de los mexicanos será cada vez peor en las actuales condiciones y con estas mismas formas de gobierno en las que prima la voracidad de la clase políticas que sólo hace política para hacer negocios fáciles y sucios. ¿O no, Enrique?