POR LA ESPIRAL
*Claudia Luna Palencia
Mientras en España, en plena nueva campaña para la vuelta a las elecciones generales del próximo 26 de junio, se discute acerca del fondo y del transfondo de si Karl Marx y Friedrich Engels eran o no socialdemócratas, los suizos acaban de manifestar su vociferante rechazo a la posibilidad de establecer una renta básica universal.
¿Y saben por qué votaron mayoritariamente en contra en su referéndum popular? Por egoístas y porque es precisamente la base que nutre al capitalismo: el egoísmo, la ambición, la competencia y la envidia por lo que tiene el otro más la acumulación lubrican las tripas del capitalismo.
Lo que los suizos han dicho, al menos una parte de su ciudadanía, es que prefieren continuar pagando impuestos y más impuestos a las arcas gubernamentales para que desde la esfera pública siga gestionándose el Estado de Bienestar conciliador de las ayudas y subsidios sociales.
La disyuntiva es clara y de hecho ya son varias economías en las que se analiza la instauración piloto de un programa de renta básica universal a fin de corregir los enormes desequilibrios socioeconómicos visibles en todos los países sin importar si son más o menos desarrollados o industrializados.
De lo que se trata es de garantizarle a la gente, mes a mes, un ingreso directo y pecuniario nada de cheques-descuento, vales ni otras prestaciones. Un dinero fijo de por vida, haga lo que haga, tenga o no empleo, sea más o menos rico.
La idea -que no es descabellada- intenta adelantarse a un futuro todavía peor que el presente dominado por una población en condiciones de pobreza; marginación y marginalidad; exclusión, miseria y hambre.
Es una realidad innegable y cualquiera con dos dedos de inteligencia atisba que no habrá futuro con gobiernos estables, sistemas democráticos funcionales y economías blindadas ante las bajadas del ciclo mientras el desbalance esté provisto por más gente que tiene menos… a veces nada. La misma paz está en riesgo.
En los últimos 24 meses han surgido algunos focos de iniciativas decantadas a favor de la renta básica universal como en Nueva Zelanda, Holanda, Finlandia; desde marzo pasado Ontario en Canadá tiene la intención de estudiar el impacto de implementar dicha medida en su población.
En Suiza por lo pronto han dicho que no. Hace poco también ellos se manifestaron por no incrementar el sueldo, no implementar un piso para el salario mínimo ni un techo para los maxisalarios.
A COLACIÓN
Claro persiste una confrontación de modelos y visiones. Es la equidistancia entre el modelo de Marx y Engels una visión ideológica que surgió de las contradicciones emanadas del incipiente modelo capitalista de Gran Bretaña. Es que no surgió en Rusia, lo hizo en el modelo british y Marx con su inteligencia analítica lo desmenuzó.
Él llevó lo que veía en la práctica a la teoría, nada menos que la forma en cómo surgía la riqueza del empresario, para él acontecía bajo la expropiación de la plusvalía de los trabajadores quienes con su fuerza de trabajo generaban valor; al convertirse en desahuciados de dicha plusvalía permanecían en el limbo del lumpenproletariado al carecer de algo que les era arrebatado.
Por eso Marx fustigó la dictadura de la burguesía. A cambio, argumentaba, en pro del reinado del proletariado, ser poseedores de los medios de producción con campesinos dueños del campo y obreros de sus máquinas.
Marx no era una socialdemócrata era un comunista muy a pesar de que queramos reinterpretarlo y suavizar sus escritos y su filosofía; ni él ni Engels concebían un Estado Benefactor conducido y reconducido bajo la égida de la burguesía.
Ellos promulgaban la propiedad colectiva que las masas del proletariado asumieran el poder y el control de los medios de producción con decisiones tomadas por el conjunto no por una clase dominante.
Si ambos viviesen reprobarían la negativa de los suizos por implementar la renta básica universal y muy seguramente, Marx regañaría a Pablo Iglesias, candidato a la Presidencia de España por Podemos Unidos, por pretender camuflarse como un lobo como piel de oveja; por renegar de ser un comunista y disfrazarse de socialdemócrata para que los electores no lo asocien con Stalin. Que no, que no….