Opinión
LUCERO MARQUEZ
*Basta ya de tanta discriminación
de incomprensión de sabios y necios.
Que la igualdad esté dentro de las constituciones,
Que existan leyes para el género por igualdad,
Que existan poderes jurídicos paritarios.
La diversidad del universo
María, Teresa, Cristina, Liliana, Rafaela Georgina, Pilar… mujeres, unas son madres, otras están solteras, dos o tres divorciadas; algunas calzan zapatillas, otras caminan con tenis; algunas gustan del baile, otras de la lectura; aquellas son universitarias y las de más allá tienen como experiencia las calles, la vida misma.
Juana, Bertha, Claudia, Michel, Carmen, Rosario… mujeres, las que están de pie traen rímel en las pestañas y lápiz labial, las que se encuentran sentadas, sólo el color bronceado por el sol; algunas hablan español, otras náhuatl; a aquella le encantan los perros, a ella la naturaleza; las de la esquina preparan deliciosa barbacoa, a las de enfrente se les quema el agua.
La necesidad del universo
Todas mujeres, todas necesarias e indispensables para la democracia de mi México lindo y querido, para una democracia real. Todas mujeres con derechos sociales, culturales, económicos, políticos que se han obtenido en luchas impostergables por la equidad y la igualdad. Cierto, después de una larga historia de exclusión política y social, hoy las mujeres ocupan cargos de representación popular y puestos ejecutivos y legislativos para ejercer el poder político. Cierto, la presencia de las mujeres en las instituciones constituye un parteaguas para que se concilien demandas e intereses en las democracias.
El sin embargo
Luchas y conquistas han visibilizado y puesto de manifiesto otra forma de violencia naturalizada: la violencia política contra las mujeres en razón de género, definida en su respectivo protocolo como “…todas aquellas acciones u omisiones de personas, servidoras o servidores públicos que se dirigen a una mujer por ser mujer (en razón de género), tienen un impacto diferenciado en ellas o les afectan desproporcionadamente, con el objeto o resultado de menoscabar o anular sus derechos político-electorales, incluyendo el ejercicio del cargo. La violencia política contra las mujeres puede incluir, entre otras, violencia física, psicológica, simbólica, sexual, patrimonial, económica o feminicida”**
El por qué del sin embargo
¿Violencia política contra las mujeres en razón de género? ¿Protocolo para su atención?, pues sí, ya que, en pleno siglo XXI, existen personas, hombres y mujeres, que piensan, sienten y viven la política y el poder como “cosas de hombres”. Aún están presentes valores, creencias y prácticas excluyentes.
Y tú ¿quieres otra asignatura pendiente o reprobada?
*Fragmento de La Violencia a la Mujer, del poeta ashaninka Kenkibari.
**Protocolo para la Atención de la Violencia Política contra las Mujeres en Razón de Género. Edición 2017.