Tras la puerta del poder
Roberto Vizcaíno
Al iniciar el segundo mes de 3 de la campaña presidencial, los porcentajes tan variables como inciertos de las encuestas chocan y se desmoronan frente a las proyecciones de los cuartos de guerra de los candidatos, lo que mantiene en vilo a las percepciones de los ciudadanos que no saben si es cierto que este arroz ya se coció, como dice Andrés Manuel López Obrador, o si nada está decidido aúncomo afirman los analistas de El Universal.
Lo único cierto en esta, como en otras elecciones, es que mientras no haya votos de por medio no hay ni ganador ni perdedores.
Sin embargo la arrogancia del tabasqueño está ya tan inflada, que afirma que ya va tan arriba en las preferencias electorales de los mexicanos, que ni siquiera juntos Ricardo Anaya y José Antonio Meade le pueden ganar.
La cubetada de agua fría le llegó a él y a sus seguidores ayer desde las páginas de El Universal, diario que dio a conocer un análisis de variables que colocan al tabasqueño ciertamente arriba, pero no ajeno a una posible derrota.
Así, bajo el cabezal: Elección (presidencial) aún no está decidida para nadie, el diario más antiguo de México advierte:
“A menos de 10 semanas de efectuarse la elección constitucional, Andrés Manuel López Obrador se sostiene como el candidato opositor a vencer. Ricardo Anaya y José Antonio Meade no logran constituir un competidor creíble frente al tabasqueño, quien tiene ventaja en el imaginario social, político y empresarial de México y en las encuestas nacionales.
“(Pero) En nuestro índice se evalúa la eficacia de las estrategias de candidaturas y campañas presidenciales y se predice sus estados actuales, en un momento en el que se atraviesa 50% del valor global de esta elección presidencial —de noviembre de 2017 hasta el momento del primer debate constitucional—, por lo que la disputa por la Presidencia de la República sigue siendo un proceso abierto a eventos, alianzas, debates constitucionales y nuevos acontecimientos sociopolíticos, que serán valorados por quienes votarán el 1 de julio”.
Después de ello coloca ante sus lectores 13 variables esenciales que determinan una elección.
Un grupo de especialistas en varias disciplinas aplican un valor de cero a 6 para cada variable y para cada uno de los 5 candidatos, así como diversos factores que pueden atribuirse en beneficio o perjuicio de cada candidatura.
El resultado es que los elementos interaccionan para dar márgenes reales de posicionamiento de cada uno de ellos frente a los electores.
Sin duda un nuevo método de evaluación que va más allá de las simples e inciertas encuestas.
El grupo de analistas explica que en su evaluación se toman en cuenta: las cualidades políticas, tácticas y narrativa de comunicación política, el desempeño en debates y post debates; el peso específico de factores fundamentales de una campaña presidencial: imagen y evaluación del desempeño presidencial y gobierno en turno, comportamiento del voto electoral en elecciones presidenciales precedentes, estado de la economía y la seguridad, eventualidad de una recesión económica, elecciones locales, estatales y legislativas asociables; así como la estrategia general y de comunicación política de presidenciables: la intervención presidencial, la trayectoria y actualización de narrativas sobre sí mismos y sobre los demás, la emergencia o confirmación de nuevos actores sociales, el comportamiento de actores y líderes del país e internacionales.
La evaluación inició en noviembre de 2017 hasta fines de marzo de 2018.
El resultado: AMLO llega a 33.88%; José Antonio Meade 24.36% y Ricardo Anaya 22.48%.
Es decir, en los 60 días que faltan para la elección, cualquiera de ellos puede ganar.
Y faltan 2 debates.
En el escenario está, dicen los analistas de El Universal, un desgaste de Ricardo Anaya por su el asunto del lavado de dinero y la aparición del factor internacional en este asunto.
A Meade le benefician, se indica, las adhesiones de presonajes a su causa.
Mientras López Obrador oscila entre las sumas y restas de adhesiones y descalificaciones.
Cuenta, se indica, “el posible impacto en su campaña de una falla táctica en su interlocución con las élites empresariales y el expediente gubernamental de la reforma energética, quienes han exhibido públicamente su conflicto con los posicionamientos del tabasqueño y han evidenciado la conformación de una revuelta pública y oculta de las élites en su contra, exacerbado con la polémica respecto al proyecto transexenal del aeropuerto. La ofensiva por su propuesta de amnistía pro pacificación”.
El caso es que las condiciones advierten un posible reposicionamiento de Meade “pudiendo construir un escenario de competitividad frente a López Obrador, cuya cuesta política estará asociada a la credibilidad de su consolidación”.
Y se agrega:
“En su beneficio político puede aunarse la crisis del tabasqueño y Slim-empresarios, la incipiente rehabilitación de la imagen del Presidente frente a Donald Trump en el contexto de despliegue de la Guardia Nacional en la frontera con México y el marco de la no suspensión del TLCAN por el presidente de EU hasta ahora, así como la suma de Armando Ríos Piter y Silvano Aureoles a la campaña previa al primer debate constitucional”.
En este interesante ejercicio de evaluación intervinieron, indica el diario: para los estudios retrospectivos de la consultora Meeser (Bárbara Meeser y Arnoldo Leyson), en el diseño de imagen de la maestra Carolina Rosales, además de Emerson Tinajero y el doctor Francisco Javier Jiménez Ruiz, ambos de la UNAM.
Ya veremos el 1 de julio que tan efectivo es este nuevo método.
CIERRE CON RECLAMOS Y DISCULPAS
Los diputados federales estaban ayer que nada los enfriaba en sus reclamos a los senadores.
Uno a uno los coordinadores de las fracciones de la oposición en San Lázaro que subieron a tribuna a pesentar su resumen del cierre de período, no dejaron de exigirles a sus contrapartes en el Senado no haber podido sacar adelante el dictamen aprobado por los diputados respecto a la desaparición del fuero.
Reunidos todos, diputados y senadores en el salón de Plenos de San Lázaro, Emilio Gamboa, coordinador del PRI y Ernesto Cordero, presidente de la Cámara alta, aceptaron que la falla sobre el fuero deberá abordarse en un período extraordinario a realizarse en julio o agosto próximos.
Gamboa rechazó la acusación hecha por el coordinador de los diputados del PAN, Marko Cortés, quien lo responsabilizó de haber congelado el dictámen de anulación del fuero.
El coordinador de los senadores del PRI le pidió a Cortez ver los argumentos del constitucionalista Diego Valades, quien advierte en lo aprobado por los diputados muchas inconsistencias que no deben ser aprobadas por los senadores.
Así las cosas todos se fueron al último receso de la presente legislatura.
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