Descubre investigadora de Tecámac tratamiento de parásitos con hierba del zorrillo
Tecámac, Estado de México, 27 de junio, (HOLA TECÁMAC/CÍRCULO DIGITAL).-Investigadora de la Universidad Tecnológica de Tecámac, Instituto Politécnico Nacional (IPN) y la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) descubrieron una medicina, extraída de la hierba del zorrillo, para combatir la amibiasis, enfermedad originaria de México.
Kaira Abigail Villegas Aveldan, de la carrera de Biotecnología de la Universidad Tecnológica de Tecámac, es una de las investigadoras que participó en el hallazgo que inhibe en 50 por ciento el crecimiento del parásito.
María Esther Ramírez Moreno, de la Escuela Nacional de Medicina y Homeopatía del IPN, señaló que al buscar nuevas alternativas terapéuticas contra la amibiasis, «se encontró que en las hojas de la planta Petiveria alliacea, conocida como hierba del zorrillo, se encuentra un metabolito muy efectivo contra el parásito Entamoeba histolytica, causante de la afección».
Ramírez Moreno, experta en biomedicina molecular, explicó que ahora la amibiasis se trata con Metronidazol, pero este fármaco genera efectos colaterales y ya hay reportes de casos de resistencia, sobre todo en pacientes con absceso hepático amebiano.
La investigadora indicó que una opción viable para la búsqueda de nuevos tratamientos la brindan las plantas, pues en el país más de 80 por ciento de la población emplea medicina tradicional para tratar sus malestares.
“Por ello el proyecto se basó en el conocimiento etnobotánico para validar científicamente el uso que la población le da a la hierba del zorrillo, que crece en varias entidades del país, pero la que se utilizó para este descubrimiento fue de Catemaco, Veracruz”, explicó.
El primer paso fue identificarla taxonómicamente y obtener extractos acuosos y metanólicos para determinar sus componentes; después se obtuvieron diferentes concentraciones de las que extrajeron distintos metabolitos y se verificó su efecto contra el parásito.
“Uno de los metabolitos que purificamos, que es de naturaleza terpénica, mostró muy buena actividad al ponerlo en contacto con el parásito, ya que después de 48 horas de incubación inhibió el crecimiento del protozoario en 50 por ciento”, resaltó Ramírez Moreno.
Al probar esa sustancia en células de mamífero, se corroboró que no causa toxicidad en las concentraciones en que se utilizó para inhibir el crecimiento del insecto. Agregó que el siguiente paso será emplear diversas técnicas de biología molecular para dilucidar los mecanismos de acción mediante los que ese metabolito ejerce su efecto antiamebiano.
Además probarán el extracto crudo, las fracciones, subfracciones y el compuesto aislado sobre otros protozoarios de interés en la salud humana.
En el proyecto también participan Lizeth Zavala Ocampo, Laurence Marchat Marchau, Jacqueline Soto Sánchez y Nury Pérez Hernández, del IPN; así como Eva Aguirre Hernández, de la Facultad de Ciencias y Alejandro Dorazco González de la Facultad de Química de la UNAM.