CIUDAD DE MÉXICO, 05 de octubre, (POLITIQUERÍAS / CÍRCULO DIGITAL).- El desencanto con la democracia en América Latina y el mundo se alimenta con la vuelta a los instintos primarios y a las sensaciones básicas, simples, simplistas y simplificadoras, por encima de la reflexión racional, aseveró Lorenzo Córdova Vianello.
El consejero presidente del Instituto Nacional Electoral (INE) subrayó que se trata de un fenómeno muchas veces silencioso pero cada vez más difundido que constituye un nuevo caldo de cultivo “en el que están germinando y difundiéndose” diversas expresiones sociales y políticas fundadas en la intolerancia.
Asimismo, en la exclusión, en la discriminación, en la mentalidad binaria y reduccionista de los problemas, en ocasiones muy complejos, a un mero blanco y negro, bueno y malo, señaló al inaugurar el VII Foro de la Democracia Latinoamericana.
En suma, expuso Córdova Vianello, se trata de los valores propios de la antidemocracia, “de eso que se conoce y se expresa en las así llamadas democracias plebiscitarias fundadas más en las sensaciones, en las impresiones, en los humores de coyuntura que de democracia tienen poco y que nos vuelven permeables a las expresiones del autoritarismo, de la autocracia”.
Reconoció que el desencanto con la democracia también lo es con la política y con las instituciones fundamentales de la democracia, en particular los partidos y los parlamentos.
Lamentó, incluso, que después de dos décadas de practicar la democracia, todavía la mitad de la población de América Latina considera que valdría la pena tener un gobierno no democrático si éste le resuelve los problemas que le aquejan.
Lorenzo Córdova planteó que esos datos basados en el latinobarómetro “demuestran que hay algo que falta por hacer durante los procesos de democratización o algo que no se ha hecho para consolidar la democracia”.
En su turno el secretario para el Fortalecimiento de la Organización de Estados Americanos (OEA), Francisco Guerrero, subrayó que los valores democráticos no son negociables y que nunca antes como ahora la discusión de la ética en la política se transforma en un imperativo social al que no se puede renunciar.
Guerrero coincidió con Córdova en el sentido de que existe un desencanto en la democracia, aunque destacó la necesidad de volver a lo básico para revertir las tendencias de la antipolítica, la apatía y la mentalidad suma cero.
A su vez el secretario de Atención a la Comunidad Universitaria, César Astudillo Reyes, quien acudió con la representación del rector de la UNAM, Enrique Graue Wiechers, planteó que la región transita por un momento adverso para que los jóvenes mantengan sin dudas el entusiasmo por la democracia.
“En distintos países parece campear el desencanto por el desempeño de nuestras instituciones públicas y la sociedad centra su atención en los déficits frente a las expectativas que la democracia despertó, particularmente entre quienes vieron en ella un punto de llegada y no el inicio de un largo proceso de construcción”, expuso.
Astudillo Reyes urgió a impulsar un esfuerzo común para favorecer un proceso formativo que permita a los ciudadanos identificarse como tales, deliberar , debatir y dirimir conflictos de manera pacífica y respetuosa de los derechos y opiniones de sus opositores.
En la inauguración estuvo el ex presidente de Guatemala Álvaro Colom, el académico español Manuel Alcántara y la subsecretaria para América Latina de la cancillería mexicana, Socorro Flores Liera, así como consejeros y ex consejeros electorales, académicos y estudiosos del tema.
