Análisis a Fondo
Francisco Gómez Maza
· La historia la recuerda la Gaceta UNAM
· 30 de julio, día de luto para universitarios
Los reporteros estábamos prestos, día y noche, a captar la realidad de un movimiento estudiantil-popular, que estaba cimbrando los cimientos de aquella “democracia” de partido de Estado. Íbamos a la redacción a redactar la nota de los hechos verdaderos, de la saña con que la policía reprimía, golpeaba, a jóvenes, hombres y mujeres, y hasta embarazadas. Pero los dueños de los 9 periódicos impresos que circulaban en la ciudad morían de miedo y no la publicaban tal cuál era escrita. Había censura total, que sólo rompieron los periódicos Excélsior y, con prudencia, El Universal. Aquella censura, valió a los periódicos la acusación callejera de “¡prensa vendida! ¡prensa vendida! Para la Televisión y la Radio, el movimiento estudiantil, la represión, la muerte, el encarcelamiento de cientos de estudiantes nunca ocurrieron…
Dos meses antes de la gran represión, perpetrada el 2 de octubre en la Unidad Habitacional de Tlatelolco, el 30 de julio (este lunes cumplió medio siglo), tropas del Ejército, al mando de un general de infeliz memoria y de nombre José Hernández Toledo, destruyeron de un bazucazo la emblemática puerta de San Ildefonso, donde funcionaba la Prepa 1, bastión heroico del estudiantado que se manifestaba en contra de la política represiva del gobierno del presidente Gustavo Díaz Ordaz.
La UNAM se cimbró con aquella violación de la autonomía universitaria. El propio rector, Javier Barros Sierra, encabezó el grito de protesta y una gran manifestación callejera.
El Ejército destruyó la puerta de la Preparatoria 1 la madrugada del 30 de julio de 1968, y en Ciudad Universitaria, Barros Sierra izó la bandera nacional a media asta por la violación a la autonomía universitaria. Así entró la UNAM en el conflicto estudiantil con un papel protagónico. A sangre y fuego, los soldados habían tomado, no sólo la preparatoria 1, sino la 2 y la 3, y detuvieron a unos mil jóvenes. Hubo 400 heridos que requirieron atención médica, pero no se reconoció muerto alguno.
50 años del 68 titula la Caceta UNAM de este lunes un especial. En su órgano informativo oficial, la Universidad nos recuerda, a detalle, los hechos de aquel 68, que fue el parteaguas de la historia de México; la ruptura del silencio mexicano. La Gaceta dedica extensos textos al enfrentamiento de estudiantes en La Ciudadela, que fue la chispa que encendió el incendio, cuando una partida de policías reprimió a los estudiantes que se enfrentaron entre sí. Ahí comenzó aquella historia de confrontación violenta, ya no entre estudiantes, sino entre estudiantes y policías, entre estudiantes y soldados del ejército. Las fuerzas represivas se ensañaron con los jóvenes y con la gente del pueblo que, en masa, se adhirió al movimiento.
En un segundo suplemento, la Gaceta universitaria nos recuerda aquellos choques, y las batallas campales, desiguales, entre estudiantes y policías. Y, en tercer lugar, la publicación universitaria recrea el Bazucazo a San Ildefonso: “la UNAM, de luto”, y la participación del rector Barros Sierra. Rememora el papel que jugó en la represión el entonces secretario de gobernación, el sobreviviente hasta ahora, Luis Echeverría Álvarez, quien siendo presidente sería el autor de la represión a estudiantes politécnicos, el Jueves de Corpus de 1971 (10 de junio) y, por lo que toca al periodismo crítico, impulsor de la destrucción del diario Excélsior para ponerlo en manos de periodistas a modo, amantes de la docilidad y del embute.
La Gaceta Universitaria recuerda que “Luis Echeverría, secretario de Gobernación, llamó al presidente Gustavo Díaz Ordaz –de gira por Jalisco, con el secretario de la Defensa Nacional, el general Marcelino García Barragán– y le describió el escenario, sosteniendo que el país estaba al borde del desastre por culpa de los estudiantes. Echeverría solicitó la intervención del Ejército, argumentando que la policía preventiva del Departamento del DF era impotente para someter a los estudiantes, quienes supuestamente alteraban el orden de la ciudad y amenazan con asaltar las armerías del Centro.
Pero la historia no para aquí. Si no la conoce, puede usted consultarla en la página electrónica de la Caceta Universitaria: http://www.gaceta.unam.mx/50-anos-del-68/ || [email protected]