CIUDAD DE MÉXICO, 5 de abril, (MENSAJE POLÍTICO / CÍRCULO DIGITAL).– El país hace frente a una crisis del sistema electoral y democrático tras las experiencias vividas a la luz de las candidaturas independientes. Los tres aspirantes presidenciales bajo este concepto violaron la ley y ninguno merecía estar en la boleta electoral, se planteó en la presentación en la Fundación Miguel Alemán del libro El Bronco: Fracaso del primer gobierno independiente.
En la sede de la Biblioteca Mexicana de la Fundación, el director de ésta, Alejandro Carrillo Casto dio la bienvenida, y refirió que el texto forma parte de un estudio muy extenso que el autor, Romeo Flores Caballero, hace actualmente sobre Nuevo León.
En la presentación, el ex cónsul Flores Caballero refirió que los llamados independientes son síntomas de una crisis que se inicia con la corrupción que se ha transformado en metástasis y que desemboca en la impunidad. Hay la impresión de que se ha perdido el rumbo, asentó.
Esas candidaturas surgen, abundó, del desorden y pretenden ser la solución al hartazgo de la sociedad en torno a la política y los partidos.
Sin embargo, los tres candidatos independientes presidenciales, indicó, llegaron de manera irregular después de la colecta de firmas, los tres violaron la ley e hicieron trampa, en mayor o menor medida y ninguno merece estar en la boleta electoral, sostuvo.
En tanto, Diego Valadés, del Instituto de Investigaciones jurídicas de la UNAM, recordó que la reforma del 2014, que abrió paso a las candidaturas independientes, fue un desacierto y si hablamos de estas últimas incurrimos en una contradicción constitucional porque no se puede hablar de ese concepto cuando la Carta Magna alude a una República representativa y en su artículo primero rechaza cualquier tipo de discriminación.
Se trata, como en el caso de Nuevo León, de una perversión y una regresión porque el aparato electoral quedó en manos de un candidato, ejemplificó.
El hecho de que el Bronco haya presentado un millón de firmas irregulares, falsificadas, para su registro a la candidatura presidencial, significa desvirtuar la política institucional sometiéndola a los intereses de una persona. Es una regresión al viejo caciquismo.
Al respecto, frente a esa circunstancia está la Ley en Materia de Delitos Electoral que establece para un precandidato que use o adquiera los archivos del registro de electores una penalización de cuatro a nueve años de prisión, citó.
En consecuencia, estamos en crisis del sistema electoral y democrático del país. La vida institucional ha sentido muchos más efectos adversos con esta figura.
Hay un deterioro institucional porque se ejerce el poder de manera más arbitraria y menos consensuada. Un acoso sistemático a las reglas del buen gobierno. Así se produce una situación de decadencia institucional y de empobrecimiento de la vida pública, definió.
Por su parte, Ricardo Raphael, escritor y director del Centro Cultural Universitario Tlatelolco de la UNAM, dijo que lo preocupante del Bronco es que es más que todo un síntoma de lo que puede venir, una transformación difícil de describir, pero hay que prepararse.
En particular, destacó que hay una crisis de representatividad porque la ciudadanía percibe que no hay canales sencillos para acceder a los cargos populares. Más allá del gobierno desastroso del Bronco en Nuevo León, valdría la pena ensayar con los independientes en el ámbito municipal, ante las experiencias hasta hoy vividas.