5 de November de 2024
El Centro Histórico es abarrotado para comprar útiles escolares
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El Centro Histórico es abarrotado para comprar útiles escolares

Ago 19, 2017

CIUDAD DE MÉXICO, 19 de agosto, (MENSAJE POLÍTICO).–A escasos dos días de que inicie el nuevo ciclo escolar 2017-2018, las calles de Mesones y Regina se convierten de nueva cuenta en las protagonistas de la colonia Centro en la Ciudad de México.

La algarabía comienza desde el cruce con avenida José María Pino Suárez donde el sonido de una bocina anuncia: “Sacos en 500 y 350 pesos; camisas en 300 y 130 pesos; también tenemos sudaderas y playeras para este regreso a clases, estamos en el primer piso”.

La grabación se suma a la de muchas otras que en combinación con las voces de centenares de vendedores se transforma en un murmullo apabullante que busca persuadir el desfile de miles de visitantes, en su mayoría madres de familia acompañadas de sus hijos.

Entre ellas se encuentra Elizabeth Martínez, quien recorre la calle completa de Mesones y se confiesa “un poco estresada” ante la cantidad de gente y opciones para comprar los útiles escolares. “Ya son como dos horas que llevamos caminando y eso que solo vine por lo básico».

Elizabeth siente un poco de temor ante la cantidad de útiles que solicitan para el nuevo ciclo escolar, pues comparte que su hijo concluyó el nivel preescolar y que el próximo lunes ingresará a la primaria. “En el kínder me pedían tres libretas, colores, tijeras, resistol y material didáctico; eran como dos mil pesos, pero supongo que para primaria va a ser más”.

Los precios varían en algunos pesos entre la competencia de comerciantes de los establecimientos y los informales. El promedio de algunos artículos como las mochilas rondan en los 230 pesos; libretas desde 20 la pieza si se compra por mayoreo (tres piezas).

La caja de colores jumbo en 150 pesos; el grupo de 10 lápices en 20 pesos; las tijeras en 30; resistol en 45; calculadoras sencillas en 18 pesos y las científicas entre 45 y 150 pesos.

Sin embargo, el ánimo de los vendedores contrasta con el de algunos niños como Joel de 8 años de edad y quien cursará el tercer grado de primaria a partir de la próxima semana. “No, no quiero, quería más tiempo de vacaciones pero pues ya no se puede”, expresó.