Tras la puerta del poder
Roberto Vizcaíno
México vive hoy lo que algunos mercadólogos podrían calificar como del vaso medio lleno… o medio vacío.
Y es que mientras las encuestas advierten una tras otra que el presidente Andrés Manuel López Obrador -quien llegó al cargo con 53% de los votos-, obtiene apoyos a su corta gestión de hasta el 80% -lo que técnicamente es 27% más que los sufragios obtenidos-, los conflictos y supuestas pérdidas económicas a sus decisiones se acumulan.
Es así que mientras a dónde va lo reciben miles en medio de una pleitesía sin concesiones, la entrega total pues, otros le llevan la cuenta diaria de supuestos errores y pérdidas.
Lo que no se puede ocultar son los hechos. Hechos que él mismo hace suyos sin reserva alguna. Como si los apoyos ciudadanos no tuvieran la menor importancia, como si los tuviera seguros de por vida. Y despreciando reacciones políticas y financieras que pudieran traer sus dichos.
Así, al arrancar ayer la semana 11 en el poder, en su conferencia de prensa mañanera, acompañado por uno de los políticos más mañosos y rebuscados, oscuros, que haya tenido nunca México, por el poblano Manuel Bartlett, quien el sábado 23 de este mes cumple los 83 años de edad, AMLO y Bartlett, director de la CFE, arremetieron en contra de 6 exsecretarios de energía y sugirieron que fueron ellos quienes establecieron un sistema corrupto de venta de energía de empresas privadas, algunas extranjeras, a la CFE.
Los mencionados fueron José Córdova Montoya, ex jefe de la Oficina de la Presidencia de Carlos Salinas, y propietario hoy de Proveedora de Servicios de Energía.
Jesús Reyes Heroles González Garza, ex titular de Energía con Ernesto Zedillo y titular de la CFE con Felipe Calderón, que ha colaborado con EnergeA, Energy Inteligence Group, Morgan Stanley Energy Partners, Misui de México y el Centro de Estudio Mario Molina y quien es miembro del consejo de administración de Santander México.
Carlos Ruiz Sacristán, ex secretario de Comunicaciones y Transportes de Ernesto Zedillo, y quien es presidente del consejo y director general de North America Infraestructure Group de Sempra Energy, así como presidente del consejo de administración de IEnova, señalada ayer por Bartlett como beneficiaria de poseer contratos leoninos que adquieren millones de la CFE.
Luis Téllez, ex secretario de Energía y de Comunicaciones y Transportes,con Ernesto Zedillo y Felipe Calderón, y hoy asesora a la empresa Kohlberg Kravis Robert´s.
Alfredo Elías Ayub, ex director de la CFE con Zedillo, Fox y Calderón, es consejero independiente en Avangrind.
Georgina Kessel y Jordi Herrera, extitulares de Energía de Calderón, son consejera independiente de Iberdrola y asesor de Respsol y Gas Natural Fenosa.
A Alejandro Fleming, exjefe de asuntos jurídicos en Energía con Calderón, es hoy secretario en Iberdrola.
Y para cerrar la lista de inmorales, está el propio Felipe Calderón, dijeron AMLO y Bartlett, ya que el expresidente fue secretario de Energía con Fox y luego consejero independiente de Avangrid.
Todos ellos fueron acusados ayer de actuar en forma inmoral ya que pasaron de ocupar altos cargos en los gobiernos anteriores a ´prestar servicios y asesorías en empresas con las que tuvieron relaciones gubernamentales.
Evidentemente que eso implica que las empresas mencionadas también incurren en faltas de ética.
Pero eso es apenas parte del último capitulo de la confrontación y el descontón mañanero propiciado frecuentemente por AMLO. Semanas antes, en plena batalla contra el huachicoleo, López Obrador afirmó que los expresidentes Fox, Calderón y Enrique Peña Nieto podrían estar más que involucrados en el robo de gasolinas.
Afirmó que todos ellos estaban enterados del saqueo y no hicieron nada para combatirlo, lo que los convertía en supuestos cómplices.
Mientras en el país crecen o permanecen otros muchos conflictos. En Matamoros Tamaulipas persisten las huelgas a maquiladoras, lo que ya ha causado la fuga de 15 de 45 y el despido de 30 mil trabajadoers.
Igualmente persisten los bloqueos a vías de ferrocarril en Michoacán por reclamos salariales y de prestaciones de la CNTE que han repercutido en fuertes pérdidas para industrias y empresas del centro del país que podrían haber rebasado ya los 30 mil millones de pesos.
En ambos casos, lo del bloqueo de vías y lo de las maquiladoras ha habido pérdida de confianza porque el gobierno de López Obrador se ha negado a intervenir bajo el argumento de que ello hubiera significado un acto de represión.
Ello ocurrió al parejo de un estallido de inconformidad de madres solteras en todo el país por el recorte de un 50% al presupuesto destinado a unas 9 mil estancias infantiles que atienden a unos 30 mil niños mientras sus madres trabajan.
En este caso López Obrador afirmó que el recorte fue porque se encontró un manejo no transparente de los recursos destinados a estas estancias y que por ello se establecería un nuevo mecanismo que comprendería la entrega de 1,600 pesos bimensuales a los padres de esos niños.
El comentario del secretario de Hacienda, Carlos Urzúa, de que con ese dinero los padres podrían pagarles a los abuelitos por cuidar a los niños, se hizo viral y fue objeto de decenas de memes en redes sociales.
Todo esto ocurre mientras en el Senado Ricardo Monreal, líder de la mayoría de Morena y presidente de la Junta de Coordinación Política, busca afanosamente un acuerdo con la oposición representada por PAN, PRI, PRD y MC a fin de conseguir una votación calificada de dos tercios para aprobar la creación de la Guardia Nacional.
Y porque ello es apenas la primera de una serie de reformas que requiere negociar para avanzar en la 4ta transformación de AMLO y que incluye: la revocación de mandato, el fin al fuero constitucional, la Ley de Consulta Ciudadana, el fin de la reforma educativa de Peña Nieto, una nueva Reforma Laboral, reformas a la Ley Orgánica del Poder Judicial, concluir la normatividad del Sistema Nacional Anticorrupción, la despenalización de la marihuana y las reformas para limitar las comisiones bancarias entre otras.
Cada que AMLO arremete en sus mañaneras contra actores políticos, estos se la cobran en las negociaciones de acuerdos en el Congreso y le hace más complicada la negociación a Monreal en el Senado, y a Mario Delgado en la cámara de Diputados.
Quienes le llevan la cuenta diaria no olvidan que López Obrador canceló inexplicablemente la construcción del Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México y se les hace una locura que la alternativa sea el aeropuerto de Santa Lucía, en Hidalgo. Las pérdidas de esa decisión indican, podrían llegar a la estratosférica suma de 240 mil millones de pesos.
Pero sobre todo el impacto financiero en las Afores es atroz, afirman.
Tampoco le perdonan lo del bloqueo de ductos y el dejar sin gasolinas durante un mes a unas 12 entidades con pérdidas cuantiosas para ciudadanos y empresas.
A todo ello AMLO responde con un activismo nunca antes visto en ningún presidente de México. Un activismo que incluye trabajo desde las 6 de la mañana hasta a veces media noche y sin descanso sábados y domingos, días que destina para visitar estados y armar actos muy similares a los de su larga campaña presidencial donde a las inconformidades les pregunta de si están de acuerdo en tal o cual cosa para luego exigirles a los asistentes ratificarlo alzando su mano.
La intensidad del momento lopezobradorista ha generado innumerables análisis de intelectuales y articulistas, quienes ven en todo esto una acción intencionada para crear un poder paralelo a través de la desarticulación de organismos autónomos o instituciones constitucionales, o por la vía del ahogamiento presupuestal. Con creación de amplias bases de apoyo clientelar mediante el otorgamiento de becas y subsidios -para viejitos, niños, discapacitados, indígenas. Madres solteras, campesinos, etc,etc- que se supone actuarán en los procesos electorales siguientes en favor de quien les índice el Presidente benefactor.
Un momento como no se había vivido antes en esta república.
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