El lenguaje del cuerpo y su relación con la palabra en El silencio perfecto
CIUDAD DE MÉXICO, 01 de julio, (DE VAGOS / CÍRCULO DIGITAL).- El silencio perfecto construye y deconstruye un espacio en el que dos seres articulan el pasado a través de los vestigios de un mundo que ya no es. El proyecto es una partitura escénica interdisciplinaria: danza, teatro, narrativa, plástica escénica y escenofonía, presentada por Patricia Ortiz Teatro INBA y Perra Justa Producciones.
Tendrá temporada del 1 de junio al 16 de julio en el Teatro El Galeón del Centro Cultural del Bosque, con funciones los jueves y viernes a las 20:00, sábados a las 19:00 y domingos a las 18:00.
“El silencio perfecto es una pieza que apela a la sensibilidad y la sensorialidad del espectador, cuadros escénicos plásticamente definidos, atmósferas sonoras inspiradas en la belleza y melancolía de Arvo Pärt, textos que se revelan o esconden dentro de la partitura física. Aunado a esto se suma la reflexión acerca del ser migrante y su carácter universal”, mencionó en entrevista Patricia Ortiz, creadora del proyecto.
Inspirada en la tesitura musical de Pärt, la poesía de Edmond Jabès y los universos de la pintura surrealista, El silencio perfecto reflexiona sobre las fuerzas dialécticas que acompañan la existencia del ser humano, los procesos de la vida y la muerte disfrazados de un juego casi infantil, las reminiscencias de un mundo que dejó de existir hace tiempo y la confrontación con uno mismo para simplemente volver a empezar.
Está conformada por ocho cuadros escénicos en los cuales la expresión corporal, la atmósfera sonora, la palabra y la propuesta visual crean mundos oníricos por los cuales los dos seres transitan. “La naturaleza del montaje es la construcción de nuevos lenguajes escénicos y dramáticos. Una reflexión intuitiva sobre la naturaleza humana y las cualidades que la conforman”, indicó Ortiz.
La obra, con dramaturgia de Alejandro García, es protagonizada por Patricia Ortiz y Quy Lan Lachino. Está dirigida en colectivo por Patricia Ortiz, Daniel Bretón, Quy Lan Lachino y Fernando Bueno. La escenografía y plástica escénica corre a cargo de César Aréchiga, el diseño sonoro y música original, de Juan Pablo Villa y la iluminación, de Matías Gorlero.
“La música, la danza, la dramaturgia y la plástica son las vías necesarias para llevar al espectador a una nueva forma de contar historias que nos conecten con nuestro propio ser”, finalizó.
Más información en el sitio web de la Coordinación Nacional de Teatro: www.teatro.