Percepción Política
*Juan Manuel Magaña
Tras el desenlace cardiaco de la contienda presidencial en Estados Unidos ganó lo que el mundo tanto temía: el lado más oscuro estadounidense. Las volátiles encuestas fallaron en mostrar en los últimos días una elección cerrada en la que supuestamente la demócrata Hillary Clinton mantenía una exigua ventaja frente al republicano Donald Trump. Al final el magnate arrasó con ella y su partido.
Ante el triunfo de Trump el gobierno de México ha reaccionado con una mezcla de pasmo y cautela.El presidente Enrique Peña Nieto dio, hasta el comienzo de esta madrugada, seguimiento a las votaciones. Se hizo acompañar de la canciller Claudia Ruiz Massieu y de los secretarios de Hacienda y Economía, José Antonio Meade Kuribreña e Ildefonso Guajardo, respectivamente. Para nada se dijo, no se emitió reacción o posicionamiento alguno. Sólo hasta el amanecer.
Pero lo que son las cosas: acaso por haber invitado a México a Donald Trump y catapultar de esa forma -de manera torpe y quizá involuntariamente- la candidatura del republicano, ahora Peña Nieto cuente con el beneficio de haber abierto ciertos canales de comunicación con el futuro presidente del imperio. Una exigua esperanza, pero esperanza la fin.
Por lo demás, el escenario político y económico en México y el mundo ya presenta signos catastrófico: depreciación mayor del peso mexicano frente al dólar y desplome de los mercados en el planeta.
Qué cosas: el mundo estaba con Hillary, pero su país no. Prefirió llevar al poder a un fenómeno de circo.
