CIUDAD DE MÉXICO, 30 de junio, (POLITIQUERÍAS/CÍRCULO DIGITAL).— El Presidente de la República ha renunciado a cualquier posibilidad de mejorar su administración, no tiene propuestas ni liderazgo y ya no es un factor para encontrar solución a los problemas del país, sostuvo el senador Luis Humberto Fernández Fuentes.
El legislador del Bloque PT-Morena aseguró que un gobierno dura tanto como su proyecto y cuando éste ha perdido su dirección e intencionalidad se puede dar por terminado.
“El Presidente ya renunció a cualquier posibilidad de mejora. No propone, no lidera y, al parecer, ya no es un factor en la solución de los problemas nacionales, ¿dónde quedó la Cruzada contra el Hambre, las promesas sobre combate a la pobreza, los proyectos de infraestructura o la abundancia prometida derivada de las reformas estructurales?”, expresó.
Fernández Fuentes afirmó que la violencia, el espionaje a líderes sociales, la intervención del Gobierno en los procesos electorales y la destrucción de las instituciones a través de nombramientos a modo, muestran que el Presidente ya sólo tiene una agenda: la defensa de un establishment corrupto y expoliador, el sistema de privilegios, concesiones, contratos y amigos.
El senador advirtió que el país está en un proceso de descomposición por la violencia y la vulnerabilidad económica, por lo que es urgente la reconciliación y la gobernabilidad, pero este tema no está en la agenda del Ejecutivo.
Señaló que le queda poco tiempo al presidente Enrique Peña Nieto para salvar los tropiezos de su legado, marcado por la falta de crecimiento económico, aumento de la pobreza, así como instituciones vulneradas e infiltradas.
“La única carta sensata que el Presidente puede jugar es mantener la gobernabilidad y la estabilidad nacional, pero no lo logrará con la estrategia actual de defensa, cortesanías y proveedores, por los que ha pagado tan altos costos”, subrayó.
Luis Humberto Fernández comentó que si el titular del Ejecutivo decide que su prioridad es ser dirigente de partido o coordinador de campañas en lugar de encausar el proceso de sucesión de manera institucional y responsable, su gobierno estará condenado a ser defenestrado.
“No existe tercera alternativa; en este momento sólo hay dos posibilidades: la defensa del status quo o tratar de reencauzar al país. Mantenemos la esperanza de que el Presidente pueda plantear una agenda institucional basada en el interés público y no en el de los contratistas y privilegiados”, concluyó.