OPINIÓN
David Polanco
El presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que nadie cercano a él obtendría un trato preferencial -hasta un memorándum emitió- pero parece que la excepción es su comadre, Carmen Lira Saade, directora de La Jornada, periódico más beneficiado con publicidad oficial; quien además es la que sostiene a Sanjuana Martinez en la dirección de Notimex, la Agencia de Noticias del Estado Mexicano.
La agencia lleva casi nueve meses en huelga, luego de que Martínez fuera acusada por despidos injustificados, acoso y violencia laboral; además de colocar en la mayoría de las subdirecciones a personas sin experiencia para el cargo, los cuales le han sido fieles y ahora son sus defensores a ultranza.
Lira Saade es la voz principal que le habla al Presidente sobre Notimex; ella ha logrado que Martínez se mantenga en el cargo pese a que violenta sistemáticamente la huelga reconocida legal por las autoridades laborales, y ahora acosa, amenaza y vigila a trabajadores en activo.
La directora de La Jornada no sólo tiene la asignación presupuestal más alta en publicidad oficial en el actual gobierno -aunque con Enrique Peña Nieto también tuvo bastantes ingresos-; Lira Saade es la que intercede por Martínez ante AMLO, y dada la simpatías que le tiene el habitante de Palacio Nacional y el vínculo existente, el Presidente se ha limitado a pedir que se resuelva el conflicto.
Lo que López Obrador no ha escuchado de su comadre -o de plano no le importa- es el constante abuso de poder que comete Sanjuana Martínez, la forma en que incluso amenaza con retener los salarios de quienes siguen sus instrucciones si muestran un poco de oposición o la contradicen.
Durante la huelga, la todavía directora de Notimex ha estado en su excluisva casa en San Pedro, Monterrey, desde ahí, vía remota, grita, humilla, hace listas de supuestos espías, pide cabezas, diseña estrategias digitales para tratar de disminuir los negativos; y cuando viene a la Ciudad de México solicita reportes de las redes sociales de quien cree la pueden traicionar.
La cercanía entre Martínez y Lira Saade es profunda, la directora de La Jornada aloja en su casa a la directora de Notimex cuando viene a la capital del país, casi siempre en búsqueda de López Obrador, quien no la ha recibido.
En 2011, cuando la Unión Europea entregó el premio de periodismo Lorenzo Natali a Sanjuana Martínez por un reportaje publicado en La Jornada, la hoy funcionaria federal le dedicó el premio al periódico y «en especial» a Lira Saade.
Es la comadre del Presidente quien sostiene a Sanjuana. En los pasillos de Palacio Nacional están inconformes por el alto costo político que le causa al titular del Ejecutivo, la huelga y las acusaciones que hay sobre los ataques dirigidos contra periodistas desde las entrañas de la agencia del Estado, pero ante el vínculo emocional, López Obrador prefieren no opinar.
Sin embargo, el conflicto en la agencia crece, ahora hay amenazas contra trabajadores que han mostrado su oposición a acudir a una sede alterna de domingo a lunes en un horario de ocho diarias a subir notas viejas.
No son integrantes del sindicato en conflicto, no buscan -o por lo menos no buscaban- la dimisión de Sanjuana, pero a un grupo de 30 se les congeló su sueldo, mientras que la directora y sus subdirectores mantuvieron su ingreso.
¿Hasta cuando estará detenida la Agencia de Notimex del Estado Mexicano? ¿hasta cuando se le obligará a Sanjuana a respetar la ley? ¿Por qué Lira Saade defiende tanto a la directora de Notimex? ¿Qué le debe el Presidente a Lira Saade que le paga un precio tan alto?