En Venezuela el dinero pierde valor a gran velocidad
CARACAS, 17 de julio, (NOTIMEX / CÍRCULO DIGITAL).- En Venezuela cada día se complica más abastecerse de los pocos alimentos que se consiguen, ya que el dinero pierde valor a una velocidad meteórica, afirmó el economista local Luis Cova Astudillo.
“Para comprar pan, leche o pagarle a un mototaxista se necesitan fajos de billetes de 100, el de mayor denominación, lo que evidencia la pérdida de su valor adquisitivo”, precisó el exdirector del extinto Ministerio de Hacienda.
En diálogo con Notimex, Cova Astudillo afirmó que los bancos tuvieron que aumentar considerablemente la cantidad de veces que surten de billetes a los cajeros automáticos, porque estos se vacían apresuradamente por los poseedores de tarjetas de débito.
Refirió que el Banco Central de Venezuela (BCV) tuvo la necesidad de fabricar billetes de 100 en cantidades inimaginables para poder facilitar las operaciones de compra y venta en un país signado por una acelerada inflación y una acentuada escasez.
“Las estadísticas oficiales registran que en los primeros seis meses de este año el BCV puso en circulación dos mil 139 millones de piezas, una cifra que se traduce en un incremento de 500 por ciento respecto al mismo lapso de 2015”, aseguró el experto.
Destacó que el público rechaza los billetes de menor denominación (piezas de 2, 5, 10 y 20 bolívares) que oficialmente continúan en circulación, debido a que prácticamente son inservibles para hacer frente a la feroz escalada de los precios.
“En 2007 cuando se creó el bolívar fuerte, solo tres por ciento de los billetes en circulación eran de 100 bolívares pero ahora la proporción ha aumentado en 40 por ciento y la tendencia señala que ya es inevitable que el BCV introduzca piezas de mayor denominación”, resaltó.
Cova Astudillo explicó que para mantener el gasto en expansión, el BCV fabrica billetes con los que compra a la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA) montañas de bonos y una vez que estos recursos entran en caja la petrolera los utiliza para financiar los gastos del gobierno.
“En consecuencia la cantidad de bolívares que circula en la economía se dispara y crece la demanda, pero la oferta sigue menguada debido a los controles y trabas oficiales que imposibilitan a la empresa privada elevar sus niveles de producción”, recalcó.
Dijo que el resultado de esto es que más bolívares detrás de pocos productos se traducen en incrementos de precios o en mayor demanda de dólares en el mercado paralelo, por lo que el billete verde se encarece y a su vez también acelera la inflación.