CIUDAD DE MÉXICO, 09 de diciembre, (RADIO NET / CÍRCULO DIGITAL).- Aun cuando se reconoce que hombres y mujeres son iguales, ellas enfrentan situaciones históricas y estructurales basadas en las diferencias biológicas que desfavorecen el goce pleno de sus derechos, señaló la Secretaría de Gobernación.
En su Blog, la dependencia indicó que para construir una sociedad realmente igualitaria, es necesario adoptar instrumentos que tomen en consideración y reconozcan las condiciones que, a lo largo del ciclo vital, pueden ubicar a las mujeres en situación de vulnerabilidad.
Lo anterior, subrayó, tanto en la esfera pública como privada, para garantizar la eliminación de las inequidades que las niñas, adolescentes, adultas y adultas mayores experimentan por el único hecho de ser mujeres.
Expuso que los derechos de las mujeres abarcan todos los aspectos de sus vidas, como serían: salud, incluyendo la salud sexual y reproductiva, educación, participación política, bienestar económico, así como vivir libres de violencia, entre otros.
Respecto a qué significa que mujeres y hombres tienen los mismos derechos, dijo que ello representa que ambos géneros deben ser capaces de ejercer sus derechos en condiciones de igualdad.
La igualdad entre hombres y mujeres, que está garantizada en las leyes, también debe tener efectos palpables en la vida cotidiana, y de ahí que se hable de “igualdad formal y material”.
Por lo tanto, resaltó, no puede existir discriminación por razones de sexo, es decir, no puede haber distinción, exclusión o restricción que busque disminuir o anular derechos humanos y libertades políticas, económicas, sociales, culturales y civiles por el hecho de ser mujer.
Respecto a cuáles son los principales instrumentos internacionales que protegen los derechos de las mujeres dijo que está la Convención para la Eliminación de todas las Formas de Discriminación Contra la Mujer, y la Convención sobre los Derechos del Niño.
Asimismo, la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer, la Convención de Belém Do Pará, y la Declaración de Beijing y su Plataforma de Acción.
Resaltó que estos instrumentos comprometen a los Estados y hacen extensivo a la sociedad en general el respeto de las normas, costumbres y prácticas que garanticen una real igualdad entre mujeres y hombres y la eliminación de la violencia y la discriminación contra ellas.