Expresidenta filipina acusada de saqueo es absuelta por Corte Suprema
MANILA, 19 de julio, (MENSAJE POLÍTICO / CÍRCULO DIGTAL).- La Corte Suprema de Filipinas absolvió hoy a la expresidenta Gloria Macapagal Arroyo de las acusaciones de saqueo de fondos públicos y ordenó su liberación inmediata, tras casi cinco años de permanecer bajo custodia.
Con 11 votos a favor y cuatro en contra, el panel de 15 jueces de la Corte determinó que no hay pruebas suficientes de que Macapagal Arroyo haya saqueado los fondos de la Philippine Charity Sweepstakes Office (PCSO), lotería estatal, por lo que se desestimaba el caso.
El portavoz del tribunal, Theodore Te, afirmó que no hay evidencias de que la exmandataria haya recibido dinero de los fondos de la PCSO o haya hecho cualquier mala acción sobre el uso de esos dineros, según un reporte de la edición electrónica del diario The Philippine Star.
El caso implicaba a la expresidenta, de 69 años de edad y quien terminó su mandato en 2010, por la supuesta malversación de 366 millones de pesos filipinos (unos 7.8 millones de dólares) de los fondos de la lotería estatal de Filipinas.
Macapagal Arroyo fue detenida en 2012, aunque fue liberada bajo fianza y puesta bajo custodia en el Centro Médico de la ciudad de Quezon, tras ser diagnosticada con espondilosis cervical, una enfermedad degenerativa de los huesos y el cartílago del cuello.
En un comunicado que emitió después de conocerse la decisión del Tribunal, la exmandataria agradeció al actual presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, por permitir el proceso que ahora la declara «totalmente libre».
“Es mi deseo ferviente que nadie más sufra esta persecución que me fue impuesta mediante una interpretación y una implementación egoísta de la ley. Y que el desprecio hacia la verdad del cual sufrí sea enfrentado tan pronto sea posible», subrayó.
La expresidenta agradeció también a la Corte Suprema por la sentencia emitida en su favor; a sus partidarios por sus oraciones y apoyo expresado durante todo el tiempo que duró el caso, y los llamó a mantener la fe y convicción de que prevalecerán la verdad y la justicia.