Festival de pantomima El cuento de las historias invisibles
Ciudad de México 22 Septiembre (MENSAJE POLÍTICO/CÍRCULO DIGITAL).-Humberto Ibarra señala que quienes realizan el trabajo de mimo parecen invisibles, como la misma ilusión que crean. Por ello se abocó a coordinar un libro para que la gente supiera que aún viven y tienen actividad. Y ahora ya hasta cuentan con un festival, el primero en su tipo (que lleva el nombre de Juan Gabriel Moreno, veracruzano nacido en San Luis Potosí en 1943, artista que ha dedicado prácticamente su vida entera al arte de la pantomima), centrado sobre todo en el Teatro María Tereza Montoya que lleva el nombre de
?En las becas del Fonca nunca se vio la palabra “mimo”. No existe, sólo “circo”, “cabaret” o “clown”, lo cual es extraño o mala onda; pero a veces, sin querer, una institución te puede comenzar a hacer desaparecer porque no te nombra. Tenemos muchos teatros dedicados a diversas actividades (danza, música, letras…), ni uno para el mimo. Debería haber por lo menos uno ?manifiesta en entrevista con Notimex.
Humberto Ibarra (Ciudad de México, 1966) confiesa que apenas aplicó para una beca del Fonca para cuya convocatoria tuvo que hacerlo en el área de “Circo” en la especialidad de payaso.
?Un mimo es un actor que involucra principalmente su cuerpo ?explica?. Yo tengo una respuesta casi de diccionario: llamémosle mimo a una forma ilimitada de comunicación.
Dice que Juan Gabriel Moreno es el padre de la pantomima en México, quien a su vez tuvo un padre: Alejandro Jodorowsky (Chile, 1929), a quien la mayoría conoce “como cineasta con su rollo de esoterismo y del teatro pánico”, recomendado por el mimo francés Marcel Marceau.
?Se queda Jordorowsky dando clases en México ?dice Ibarra?. Entre sus alumnos se hallan Juan Gabriel Moreno y otros como Humberto Huerta y Héctor Ortega, actor mexicano que ya murió, pero creo que Juan Gabriel es el padre porque fue el mimo que se aferró a ser mimo. Ha estado presente por muchos años como profesor de la Facultad de Filosofía y Letras y dirigiendo el Laboratorio de Artes Escénicas de la UNAM…
Contemporáneos vs. clásicos
?El mimo clásico utiliza únicamente su cuerpo en el espacio vacío ?dice Humberto Ibarra?. Crea todo un mundo a partir de nada. En cambio, el mimo contemporáneo va más allá utilizando todos los elementos que hay a su alrededor: objetos, vestuarios, efectos especiales, iluminación, música, sonidos, voz e incluso la palabra. Se confunde con el actor, con el bailarín y el clown. Los límites se disuelven…
Frederick Vanmelle (nacido en Bélgica en 1936 y fallecido en la Ciudad de México en 1985 durante el sismo del 19 de septiembre que hizo colapsar el edificio donde vivían el compositor Rockdrigo González y el periodista Manuel Altamira, muertos también en el percance) es un buen ejemplo de lo que fue el mimo contemporáneo, según Ibarra:
?Un artista plástico y visual, que hizo todo un teatro en movimiento, con esculturas y pinturas que cobraban vida en el escenario.
En el caso de Humberto, cuenta con un montaje denominado Mimo Trova donde utiliza las canciones para crear historias a partir de ellas, “una especie de teatro interdisciplinario”:
?El mimo no sólo utiliza las manos o cara, sino es todo el cuerpo el que va y gira ?aclara.
Aunque en la Ciudad de México es muy común encontrar a “mimos” en los cruceros, Humberto Ibarra descarta que se trate en realidad de mimos:
?Incluso me gustaría poder darles clases para que su trabajo sea de mayor calidad. Me angustia verlos. Porque, más bien, lo que hacen es un lenguaje de sordomudos.
Los mimos hablan
?Lo más complejo para un mimo es no rendirse ?dice Ibarra?. A mí me pasó, me rendí, me cansé, me harté, abandoné la pantomima en 2008: pero regreso en 2017 a partir de una experiencia accidental con José Piris, porque viajé a Madrid y, sin querer, comencé a tomar clases con él quien me hizo ver que lo único que yo quería ser era mimo.
Ahora, Humberto organiza el Primer Festival Internacional de Mimo “Juan Gabriel Moreno” el cual tiene lugar del 19 al 29 de septiembre en diversos recintos de la capital mexicana, pero principalmente en el teatro María Tereza Montoya, pues la alcaldía Benito Juárez les abrió las puertas:
?El Festival se inauguró el pasado día 19 con la presentación de un video de la obra Resurrección de Juan Gabriel Moreno que hizo en los años sesenta, misma que ha presentado en varias partes del mundo…
Destaca el Taller Mimo que impartió el propioJuan Gabriel Moreno del 20 al 22 de septiembre en la sede de Mima Escénica. En tanto, el español José Piris, director de la Escuela Internacional de Mimo y Teatro Gestual Nouveau Colombier de Madrid, ofrece el curso “Mimo: método Piris Metamorfosis”, en ese lugar:
?El problema en México es que no tenemos una escuela de mimos: la mayoría de ellos ha tomado clases un mes o tres meses cuando mucho, y eso no te forma ni te da las bases como mimo. El hábito del trabajo diario es otra cosa.
Además, en el festical se incluye un conversatorio denominado “Los mimos hablan”, el cual será moderado por Alaide Ibarra donde participará Humberto junto con Juan Gabriel Moreno, José Piris, Nora Mannek y Joaquín García Quintana (el 25 de septiembre en el Centro Cultural España):
?Realmente estamos muy olvidados. Reconozco que los mismos mimos hemos conseguido eso; es decir, no tenemos propuestas, no estamos produciendo nada. En este festival la selección la hemos hecho prácticamente los que formamos Mima Escénica. Hemos decidido tener lo más decente de nuestro arte del país…
La cultura puede cambiar el mundo
En su libro Mimos de México / Homenaje a Juan Gabriel Moreno, recopila a 41 mimos de diferentes edades y distintas generaciones, desde el más joven, que oscila en los 20 años, hasta los más grandes como el propio Juan Gabriel Moreno, quien cuenta hoy con 76 años de edad.
Dice Humberto Ibarra:
?Juan Gabriel Moreno, para mí, es el gran promotor del mimo, de la pantomima, en México, el gran creador de obras como Resurrección, El trabajo y los días, Beatlemima… En fin, tiene una gran producción teatral. El mundo cultural y en general el país están un poco en deuda con él. Por eso yo, humildemente, hago este libro y se lo dedico.
Además de Rafael Pimentel y, un poco más joven, de Rafael Degar o de Alberto Stanley, “aparecen en el libro una muy buena representación de los que hacemos este trabajo. También figuran compañías como la Teatral Imaginerías, La Reina Coja, los grupos Gesto, Pantomima Movimiento y Tres Teatro”:
?Mi libro pretende incluir, sumar y demostrar quiénes somos, cuántos somos… es una muestra importante, significativa, pero la idea es que nos comiencen a ver, que sepan que estamos vivos, que la pantomima existe…
El libro fue elaborado por Mima Escénica, la asociación que crea Humberto Ibarra junto con su hija Alaide, la cual dirige el artista, cuya función es difundir y visualizar el arte del mimo:
?Lamentablemente no contaba con el presupuesto para viajar a cada punto, aunque me hubiera gustado ir a cada lugar en donde hay un mimo acompañado del fotógrafo Ulises Ávila, pero como no fue posible los de provincia tuvieron que enviar sus imágenes con buena calidad…
Todos los mimos que aparecen en las páginas de su libro, publicado en 2018, son mexicanos por decisión propia, es decir que radican en el país aunque no hayan nacido aquí, como la uruguaya Sandra Galeano, o la argentina Andrea Christiansen, quien vino a México a finales de los setenta con el grupo musical Nacimiento.
Pero a quien Humberto Ibarra le debe la pasión para dedicarme a la mímica es al belga Frederick Vanmelle, quien decidió quedarse a vivir en México, al igual que Nora Manneck: ambos llegaron a México en 1978:
?Frederick, para mi, llegó a transformar la escena mexicana con una propuesta auténtica, creativa, diferente. Formé parte de su compañía a partir de 1983 hasta 1987, aun ya sin su presencia…
Humberto revela que el proyecto le tomó un año de trabajo. Para sacarlo adelante contó con un apoyo parcial de la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México equivalente al 30 por ciento del costo. Maricarmen Mancera fungió como donante de otro tanto, el resto lo cubrió Mima Escénica:
?La única manera de transformar esta ciudad, y en general el mundo, es con cultura. Si no hacemos cultura no vamos a transformar nada: el teatro es una maravillosa posibilidad de cambios. El mimo… aún más…