Balconeando
Francisco Rodríguez
Seamos serios. Luego de sus «rotundos éxitos» en contra del crimen y la delincuencia organizada, ¿usted le confiaría su seguridad o la de su empresa a Genaro García Luna? ¿A la empresa GLAC que el ex secretario de Seguridad Pública del calderonato fundara hace unos cuantos meses?
Quien se atreva corre el riesgo de terminar como protagonista de un videomontaje, como aquellos dos que lo hicieron saltar a la fama no sólo nacional, incluso internacional, cual fueron los de la «secuestradora» Florence Cassez y el del «secuestradito» Rubén Omar Romano, a la sazón director técnico del equipo de futbol Cruz Azul.
La de Cassez es historia sabida. No tanto la del futbolista argentino. La de éste es real. Fue platicada a detalle a este escribidor por un jugador de futbol que fuese miembro de la Selección Mexicana y que fuera testigo presencial de lo ocurrido.
Sucedió que el 19 de junio de 2005 al participar el seleccionado nacional en la Copa Confederaciones, celebrada en Alemania, como usted recordará, se dio un triunfo sobre la Selección de Brasil por un gol a cero provocando con esto una gran algarabía.
Esa noche prácticamente todos los seleccionados cerraron un antro en Hannover para tener su propio festejo, donde abundaron las guapas mujeres, ríos de alcohol y algunos gramos de droga.
Fue de tales dimensiones la “fiesta” que tocó los linderos de la orgía. Y fue así que durante esa noche, me platica el testigo presencial, dos de los seleccionados, Salvador Carmona y Aarón Galindo, sostuvieron relaciones sexuales con Adriana Lavat, entonces esposa del capital del seleccionado Rafael Márquez, quien uno días después, al enterarse de este hecho –tras la cruda, pues– exigió al técnico Ricardo Lavolpe la separación inmediata de los jugadores cruzazulinos, amenazando que, de no ocurrir la expulsión de ambos, haría púbico que la mayoría de los seleccionados son adictos a alguna sustancia psicotrópica.
Al servicio de la televisión
El 22 de junio de 2005 los jugadores fueron separados del plantel y expulsados por supuesta indisciplina.
Pero, a partir de ese día, corrieron varias versiones –homosexualidad, avaricia por supuestos cobro de primas exorbitantes, etc.– que, incluso, lastimaron seriamente al Cruz Azul, equipo en el que se desempeñaban Galindo y Carmona.
Todo ello, como usted tiene presente, obligó a que la FIFA abriera una indagación que, de comprobar la adicción de los seleccionados, podría haber cancelado la participación de la Selección Mexicana en el Campeonato Mundial 2006 que también se celebró en Alemania.
Y fue así que, agobiado por la presión contra sus jugadores y su Club, el entonces director técnico del Cruz Azul, Rubén Omar Romano, declaró el lunes 18 de julio del 2005 que, de continuar el acoso contra Carmona y Galindo, él diría todo la verdad.
El escándalo de gran magnitud y la indagación de la FIFA continuaba por lo que, platica el interlocutor, una importante empresa domiciliada en la capitalina Avenida Chapultepec, misma que maneja a su antojo los destinos del espectáculo del futbol en nuestro país, solicitó la intervención de Genaro García Luna. El negocio que la transmisión del Mundial le representaba se hallaba en riesgo.
Así, el 19 de julio de 2005, Rubén Omar Romano fue «secuestrado» en Xochimilco. El argentino permaneció en cautiverio durante 65 días, siendo “liberado” el 20 de septiembre de ese año por la AFI de García Luna, que montó un sensacional espectáculo que incluso fue grabado y difundido con bombo y platillo en la televisión.
Se supone que en el lapso de esos 65 días, la empresa logró negociar con la FIFA el cierre del expediente, asegurando con ello la participación de la Selección Mexicana en el Mundial del 2006 y, claro, la obtención de utilidades calculadas en 215 millones de aquellos dólares.
¿Le interesa un videomontaje? Contacte a García Luna. O a su empresa GLAC.
AVISO: Por respeto a los lectores, Balconeando volverá a publicarse hasta el lunes 22 de abril.
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