CIUDAD DE MÉXICO, 10 de mayo, (MOMENTO INFORMATIVO / CÍRCULO DIGITAL).- La Secretaría de Relaciones Exteriores cuestionó el reporte Armed Conflict Survey 2017 (ACS), publicado el martes por el International Institute for Strategic Studies (IISS), que ubica a México como la segunda zona de conflicto más mortal, detrás de Siria.
La dependencia señaló que el estudio utiliza cifras, cuyo origen se desconoce, refleja estimaciones basadas en metodologías inciertas y aplica términos jurídicos de manera equivocada.
A través de un comunicado, dijo que «sus conclusiones no tienen sustento en el caso de México», ya que, en una de las determinaciones señala que existe un «conflicto armado (no internacional)», que no existe pues el que haya grupos criminales, estos no pueden ser un criterio suficiente «para hablar de conflicto armado».
El estudio, presentado el martes, señaló que el número de víctimas fatales por la creciente guerra entre los cárteles criminales de México aumentó a 23 mil en 2016, en comparación con 17 mil en Iraq y 16 mil en Afganistán.
La SRE aseguró que el uso de las Fuerzas Armadas para mantener el orden al interior del país tampoco habla de un conflicto armado. En este sentido, el reporte busca dar un tratamiento similar a naciones con fenómenos completamente diferentes, «que no son comparables ni medibles entre sí».
En la presentación del estudio, John Chipman, director general de IISS, dijo que el nivel de derramamiento de sangre es aún más sorprendente, porque «México es un conflicto marcado por la ausencia de artillería, tanques o aviación de combate».
Además, Chipman señaló que la mayoría de las muertes ocurrieron en estados que se han convertido en «campos de batalla clave por el control entre cárteles (de drogas) rivales y cada vez más fragmentados» y la violencia aumenta cuando las pandillas intentan despejar áreas de rivales para monopolizar las rutas del narcotráfico.
Sin embargo, la dependencia destacó que la violencia relacionada con el crimen organizado no sólo depende de México, pues se trata de un problema regional «que va más allá de las fronteras que México comparte con Estados Unidos, Guatemala y Belice. El combate al crimen organizado transnacional debe analizarse de manera integral», agregó.
Sobre las cifras que ofreció el estudio, la SRE comentó que la «estimación total de homicidios dolosos a nivel nacional en 2016 aún no ha sido publicada por el Inegi, por lo que se desconoce el origen de la cifra utilizada en el reporte», además de que las cifras de la ONU en 2014, «México está lejos de ser uno de los países más violentos del mundo».