CIUDAD DE MÉXICO, 30 de noviembre, (RADIO NET / CÍRCULO DIGITAL).- El secretario de Comunicaciones y Transportes, Gerardo Ruiz Esparza, señaló que se tiene como columna vertebral el Programa Nacional de Infraestructura 2013-2018, además de impulsar la construcción del nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, entre otros grandes proyectos.
Al dirigir el mensaje final de esta comparecencia en San Lázaro con las comisiones unidas de Comunicación, Infraestructura y Transporte, que duró aproximadamente cuatro horas, explicó que dicho programa se sintetiza en 52 autopistas, que van a concluir, al igual que 80 carreteras.
Explicó que el objetivo es que el país cuente con una moderna infraestructura de movilidad y conectividad, ágil, segura y oportuna que acerque ciudades y poblados, que interconecte a los centros industriales en menor tiempo y costo con los mercados nacionales e internacionales.
Precisó que también están considerados los proyectos de los trenes de la ciudad de Guadalajara, Jalisco; el de México-Toluca, y el Metro de Monterrey, así como duplicar la capacidad operativa de los puertos, los cuales consideró indispensables paras continuar con una política importante de exportaciones y mercado interno.
Destacó que otra área de oportunidad para México son las telecomunicaciones, que tendrán que cumplir con las metas que se fijaron.
“El reto es cumplir realmente con este gran programa de infraestructura que fijó el gobierno de la República, y que ahora lo tenemos como tarea clara, precisa y concisa, no hay duda de la ruta que tenemos, y habrá que cumplirlas”, dijo el funcionario federal.
Pidió a los diputados federales su ayuda para el ejercicio de transparencia y apego a la legalidad, pues reconoció que parte de la sociedad desconfía de las acciones de las autoridades, “en lo general del gobierno mismo de que se puede actuar con rectitud y apego a la ley”.
Resaltó que en la Secretaría hicieron un esfuerzo sin precedentes por tratar de transparentar absolutamente todo, “estamos tratando de ser un libro abierto que cualquier ciudadano pueda acceder en cualquier momento a cualquier información de cualquier proyecto, contrato, monto o ejercicio”.
El titular de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) reconoció también que hay una presión por el gasto presupuestal, por lo que se buscaron alternativas y se encontraron en los activos financieros, en las concesiones, fórmulas para apoyar obras necesarias.
Explicó que parte importante de lo que se hace en inversiones en la Ciudad de México es con base a dichas alternativas, como la principal entrada al aeropuerto que será la autopista “Peñón-Texcoco”, la cual se ampliará a 12 carriles, “precisamente con este tipo de apoyo financiero y así se hace en la México Toluca, al igual que la Pirámides-Texcoco y varias más”.
De acuerdo con Ruiz Esparza, “varias autopistas están siendo construidas con base en estos acuerdos financieros y no tanto con base en el respaldo del presupuesto federal, queremos seguir encontrando este tipo de soluciones para que esa columna vertebral del Programa Nacional de Infraestructura siga adelante y podamos cumplirle a México”.
Sostuvo que la dependencia a su cargo está convencida de la potencialidad logística de México como país, de su ubicación privilegiada, de esa población que se tiene, del bono demográfico con jóvenes con promedio de edad entre 27 y 28 años, el cual se debe aprovechar.
En ese sentido, recordó que se tienen que afrontar retos como hace 22 años representó el Tratado de Libre Comercio con América del Norte, (TLCAN).
Consideró que las empresas, la mano de obra y la capacidad técnica-científica de México superan a muchos países del mundo, lo que hace “que seamos un centro muy atractivo de inversiones”.
“Afrontaremos seguramente este reto que viene, está en la mente de todos, tengo confianza en que los mexicanos salgamos adelante con capacidad, con inteligencia y con diálogo, y sobre todo, con la fuerza que tiene el pueblo de México”, afirmó.
Finalmente, exhortó a los diputados a tener reuniones posteriores para dialogar de manera más frecuente, no solo en las comparecencias, sino cada tres meses y se pueda tener un diálogo entre el Ejecutivo y el Legislativo.