Ciudad de México, 01 de Enero (AMPRYT/CÍRCULO DIGITAL).-Hace 20 años, el 1 de enero de 1999, nació la moneda común europea: el euro, y 11 de los 15 países miembros de la Unión Europea (UE) la adoptaron.
Ese día culminaba un camino que había empezado décadas atrás. Su origen fue la inestabilidad monetaria de las décadas de los años 70 y 80, que había puesto en peligro las economías europeas.
En 1988 se creaba el Comité Delors, bajo la dirección del entonces presidente de la Comisión Europea, Jacques Delors, para desbrozar la senda hacia la moneda única.
En 1992, con el Tratado de Maastricht, empieza la transición hacia el euro. En 1994, el Instituto Monetario Europeo (IME) emprendió en Fráncfort los trabajos preparatorios para que el Banco Central Europeo (BCE) asumiera sus responsabilidades en materia de política monetaria en la zona del euro.
De este modo, el 1 de junio de 1998 entraba en funcionamiento el BCE y desde el 1 de enero de 1999 habrían de pasar aún tres años para que los ciudadanos pudieran tener las monedas y los billetes en sus manos.
Alemania, Austria, Bélgica, España, Finlandia, Francia, Irlanda, Italia, Luxemburgo, Holanda y Portugal convergieron en la puesta en marcha de la moneda única.
Reino Unido, Dinamarca y Suecia no quisieron unirse a la eurozona. Grecia estaba en ciernes pues aún no cumpliría los criterios de convergencia hasta 2001.
Ese 1 de enero supuso un hito dentro de una trayectoria marcada por la ambición de garantizar la estabilidad y la prosperidad en Europa.
En tanto el euro es la moneda de 340 millones de ciudadanos europeos en 19 países. (Grecia, Chipre, Eslovenia, Eslovaquia, Malta, Estonia, Letonia, Lituania).
Una vez cumplan los criterios, se espera que otros Estados miembros ingresen en la eurozona. Rumania sería integrante de la eurozona en 2022 y Croacia en 2025.
Según un comunicado conmemorativo de la Comisión Europea, en apenas dos décadas el euro ha aportado beneficios tangibles a hogares, empresas y gobiernos: precios estables, costos de transacción más bajos, protección de los ahorros, mercados más transparentes y competitivos y auge del comercio.
Mientras unos 60 países de todo el mundo vinculan de una u otra manera su divisa al euro.
“La creación del euro fue -junto con la liberación de Europa Central y Oriental y la reunificación de Alemania- un momento crucial de la historia europea. Desde entonces, nuestra moneda común ha madurado hasta convertirse en una poderosa expresión de la Unión Europea como fuerza política y económica en el mundo”, declaró Donald Tusk, presidente del Consejo Europeo.
Frente a la crisis internacional de 2008, la moneda única europea sirvió de escudo. “A pesar de las crisis, el euro se ha mostrado resistente, y los ocho miembros que se han sumado a los 11 iniciales han aprovechado sus beneficios. A medida que el mundo vaya cambiando, nosotros seguiremos mejorando y reforzando nuestra Unión Económica y Monetaria”, añadió Tusk.
Por su parte, Jean-Claude Juncker, presidente de la Comisión Europea, declaró: “20 años después, estoy convencido de que fue la firma más importante que jamás haya estampado. El euro se ha convertido en símbolo de unidad, soberanía y estabilidad».
«Ha aportado a nuestros ciudadanos prosperidad y protección, y debemos garantizar que lo siga haciendo. De ahí que trabajemos sin descanso por completar nuestra Unión Económica y Monetaria y por dar aún mayor relieve internacional al euro”, concluyó.
