Incremento de automóviles, detonante de contingencias, afirma Quadri

El director asociado de la empresa de consultoría Sigea Carbón contextualizó el tema de los combustibles en el escenario general de la calidad del aire en un taller en la materia, organizado por el Centro Mexicano de Derecho Ambiental (CEMDA) y la Asociación de Combustibles Eficientes de Latinoamérica (ACELA).

En el evento, Quadri de la Torre expresó su opinión respecto a por qué volvieron a elevarse las emisiones de contaminantes si se utilizan la mismas gasolinas que ayudaron a bajar la contingencia en la década de los 90.

Recordó que en la década de los 80, la calidad de combustibles ocasionó que las emisiones alcanzaran episodios con hasta 400 puntos del Índice Metropolitano de la Calidad del Aire (Imeca), lo que orilló a la creación de la NOM-89 que impulsó decisiones radicales.

Ello implicó el cambio de transportes colectivos, la definición de normas de emisiones, el cambio de gasolinas sin plomo y bajas en azufre, la implementación del programa Hoy no Circula y de convertidores catalíticos, entre otros.

Como resultado, dijo, en los años 90 se logró una importante reducción de emisiones de manera radical; sin embargo, a finales de esa década se dejaron de aplicar medidas de control serias.

A esa situación se sumó el incremento en las vialidades de la Ciudad de México, el estancamiento del servicio de transporte público eficiente, lo cual derivó en un cambio de la estructura modal de transporte al cargar la balanza a favor de la movilidad privada.

De esta manera, se duplicó el parque de vehículos particulares en los últimos 15 años, al grado de que alrededor de 40 por ciento de los viajes en la Ciudad de México sea realizado en esta modalidad.

Además, aumentó en 50 por ciento el consumo de combustible en la urbe, terminando con el bono de aire limpio alcanzado por las medidas implementadas en los 90, abundó en el taller para medios de comunicación sobre combustibles y calidad del aire.

Ante este escenario, Quadri destacó la necesidad de plantear la re-densificación de la población en la capital y el reimpulso de un transporte público eficiente, lo que implica medidas diferentes a las que actualmente se llevan a cabo.

Todos estos elementos, planteó, llevan a la conclusión de que la calidad del aire se ha visto afectada por el alza en el consumo de combustible, debido al número de vehículos y no a un cambio en la fórmula de las gasolinas o el diésel.

Antes bien se ha trabajado por incrementar la eficiencia de estos combustibles, mediante el uso de oxigenantes para garantizar una mejor combustión, para la Ciudad de México no se recomiendan porque son precursores de los óxidos de nitrógeno, principal responsable del ozono.

Tampoco consideró factible el uso del bioetanol, porque su huella de carbono es mayor que el problema que se pretende solucionar, y para producirlo se necesitan explotar grandes extensiones de tierra, que implica un cambio de uso de suelos y daño a la biodiversidad.

Debido a todos estos factores, Quadri reiteró que el principal reto es exigir al gobierno que tome las medidas necesarias, y las más viables, para solucionar el problema, que requiere además un transporte publico eficiente y la redensificación de la población.

Al final de cuentas, estimó que en algún momento se habrá de terminar la era del petróleo como en su momento terminó la era de piedra, no por la falta de material sino por la falta de practicidad.

La Norma Oficial Mexicana de Emergencia NOM-EM-167-SEMARNAT-2016, establece los niveles de emisión de contaminantes para los vehículos automotores que circulan en la Ciudad de México, Hidalgo, Estado de México, Morelos, Puebla y Tlaxcala.