Análisis a Fondo
Francisco Gómez Maza
· La causa de las subidas de precios es la avaricia, enanos
· Más que Gini, quien traza a placer las curvas es el cerebro
Cómo se preocupan los economicistas del salario mínimo de los trabajadores. No se les quita de su mente cuadriculada, entre curvas que suben, que se mantienen horizontales, o que bajan, que es, al final del día, inflacionario. No reparan que la inflación, más que causas matemáticas, tiene razones emocionales. Es la avaricia, enanos. Ésta es la causa de que suban los precios y, muchas veces, estratosféricamente,
Vuelvo a mis ejemplos domésticos. Este fin se semana compre en Wolmart cuatro bolsas de trapo desechable, de esas que sirven para cargar las compras y llevarlas al auto, en 20 pesos cada una. El domingo fui a otro comercio, que todos los que se sienten de clase media, desprecian. Compre varias cosas que me hacían falta. Y Ya en la caja registradora tuve que comprar una bolsa como de lona, cuatro veces más grande que la pinchurrienta bolsita de Walmart y me cobraron 14 pesos por ella. No es posible negar mi teoría. La inflación muy poco tiene que ver con que los trabajadores ganen un salario justo. Tiene que ver con la avaricia del comerciante. Si en México existiera la cultura de la protesta organizada, les juro que un piquete de 20 personas que se plantaran a las entradas de las tiendas grandes anunciando que las bolsas están muy caras y las demás mercancías están a precios celestiales, lograrían que esos comerciantes cretinos volvieran a los precios justos. Hubo o hay un movimiento llamado “comercio justo” que busca equilibrar las relaciones entre oferentes y demandantes, pero, otra vea la avaricia de los comerciantes, y la dejadez de los consumidores no permite que ese tipo de apoyos sociales prospere.
Claro, los economicistas me dirán que son un ignorante. Que la inflación sube cuando aumenta la capacidad de compra de los consumidores, o cuando hay escases del producto (perdónenme, pero la mayoría de las veces, la escasez es causada a propósito, para incrementar los precios. Es como las ofertas, las famosas baratas, las Buen Fin. En la víspera de la “Gran Barata”, los comerciantes de los grandes almacenes reetiquetan sus productos al alza y le ponen otra etiqueta de descuento y la mayoría de los consumidores, inconscientes, iletrados (y hasta los letrados), caen en el garlito.
Una vez un colega me contó una anécdota familiar. Llegó al supermercado. Y estando en las compras, le grita su mujer. Mira, Luis. Estos jabones líquidos están baratísimos. Tienen 50 por ciento de descuento comprando tres. Me voy a ahorrar la mitad. Y el tal Luis le contesto. Ay, mujer. Te ahorrarías 100 por ciento si no los compras. Jejejeje. Y es que también no hay educación consumidora. La gente compra a lo pendejo, sin que muchas veces no necesite lo que está comprando. Así no hay salario que alcance. Salarios en el país registran su mayor alza desde 2002
No les crea mucho a los economistas y a los periodistas que se sienten expertos. Mire nomas esta afirmación: “El incremento de las percepciones, a una velocidad no vista en los últimos 17 años, puede contribuir a generar desequilibrios en el mercado laboral y limitar el margen de maniobra de la política monetaria.” Hágame usted el favor. Hay algo que no toman en cuenta los expertos que ven puros números. El cerebro humano. El eros y el thanatos de los consumidores, de los comerciantes, de los distribuidores y de los productores. En este sistema librecambista, no lo olvide amigo, amiga, quien tiene más saliva traga más pinole. Y hay muchos ladrones. @ANALISISAFONDO @AFDiario