La diabetes, una enfermedad que no duele
CIUDAD DE MÉXICO, 19 de agosto, (ESFERA EMPRESARIAL ).–En el mundo, la diabetes mellitus tipo 2 (DM2) se ha convertido en el más grave problema de salud pública de todos los tiempos. Tan sólo en 2015 la enfermedad provocó 5 millones de muertes y generó un costo sanitario de 673 mil millones de dólares, mientras que en México su atención representa el 15% del gasto total de salud; esto es, 7 mil millones de pesos. Incluso, recientemente la Secretaría de Salud hizo una declaratoria de emergencia epidemiológica para mitigar su impacto; de no hacerlo, las consecuencias futuras serán devastadoras.
Lamentablemente, por cada paciente que tiene el diagnóstico de diabetes hay otro que no ha sido diagnosticado y, de los que sí, aproximadamente el 70% no están alcanzando sus objetivos glucémicos con las terapias actuales. De ahí que la DM2 sea el primer motivo de consulta externa y hospitalización por sus complicaciones, y las enfermedades cardiovasculares, las principales causas de muerte.
La diabetes es una enfermedad muy compleja que llega a afectar órganos vitales, como los riñones, los ojos, neurológicos, la piel, el corazón entre otros, y es que la glucosa ideal controlada por la insulina ideal son elementos que llegan a cada célula para que funcionen adecuadamente.
Entre los factores de riesgo para desarrollarla están la herencia, la genética, pero también la obesidad, el sedentarismo y la alimentación.
La Federación Internacional de Diabetes (FID) indica que en el mundo hay 415 millones de personas que viven con diabetes mellitus y, de no hacer frente a esta epidemia global, se prevé que la cifra llegará a los 642 millones para 2040. Se calcula que en 2015 fallecieron 5 millones de adultos con diabetes a consecuencias de complicaciones asociadas, siendo las enfermedades cardiovasculares la principal causa.
Para afrontar los estragos de esta epidemia que afecta a 11.5 millones de adultos mexicanos, en enero del 2011 dos compañías farmacéuticas líderes en investigación y desarrollo: Boehringer Ingelheim y Eli Lilly & Company (Lilly), firmaron un acuerdo estratégico global que consiste en el co-desarrollo y co-comercialización de una cartera de productos innovadores para hacer más fácil el control de la DM2.
Así, con cuatro opciones terapéuticas de última generación: un inhibidor de la dipeptidil peptidasa-4 (DPP-4) y un inhibidor del co-transportador de sodio-glucosa tipo 2 (SGLT2), solos y en combinación con metformina, ambos laboratorios celebran 6 años de transformar la vida de los pacientes con diabetes y sus familias.
De acuerdo con el Lic. Miguel Salazar Hernández, Presidente y Director General de Boehringer Ingelheim México y Centroamérica, ambas compañías están satisfechas con los resultados obtenidos a lo largo de 6 años y, a pesar de los constantes cambios en la economía mundial, la alianza prospera hacia una fase de crecimiento sostenido y dinámico basado en el desarrollo de nuevas moléculas, así como de combinaciones terapéuticas y otras indicaciones para los medicamentos actualmente disponibles.
Por ejemplo, comentó sentirse muy orgulloso de que en diciembre del año pasado la molécula que pertenece a la clase de inhibidores de la SGLT2 recibió, por parte de las principales agencias regulatorias en el mundo, la aprobación para la indicación de reducción de las muertes por causas cardiovasculares en adultos con diabetes tipo 2 con alto riesgo cardiovascular. Esto representa un hito en la historia de la medicina, pues por primera vez se cuenta con un tratamiento de prescripción médica que, acompañado de dieta y ejercicio, controla los niveles de glucosa en la sangre y protege el corazón.
Destacó que dentro de las enfermedades crónico-degenerativas en México el mercado de diabetes es el más grande y asciende a más de 6 mil millones de pesos (IMS Health), donde firmas como Boehringer Ingelheim y Eli Lilly son de las más reconocidas por su gran desempeño dentro de la industria farmacéutica de innovación. “Hoy, nuestro portafolio de productos alcanza un nivel de crecimiento de más del 30% en el mercado de antidabéticos orales, siendo lídreres en este segmento“.
Asimismo, Miguel Salazar dijo que la alianza continuará trabajando con las autoridades de salud para que los medicamentos innovadores estén al alcance de los pacientes y en todas las instituciones de salud públicas y privadas. “Nuestro objetivo es que, en lugar de lidiar con la diabetes, las personas que viven con esta condición vivan una mejor calidad de vida por más tiempo”, apuntó.
Por su parte el Q.F.B. Carlos Baños Urquijo, Vicepresidente para México, Latinoamérica y El Caribe de Eli Lilly, sostuvo que “esta alianza es la más importante y productiva de la industria, ya que posee el portafolio de medicamentos más extenso y completo del mercado, además de que continúa investigando opciones terapéuticas, flexibles y combinables, que ayudarán a pacientes con necesidades de salud insatisfechas”.
Señaló que a lo largo de seis años la alianza Boehringer Ingelheim – Eli Lilly ha sido muy exitosa. «Durante este tiempo, nuestras empresas han trabajado arduamente para no sólo desarrollar e introducir nuevas alternativas de tratamiento en el campo de la diabetes, sino también para fortalecer sus estrategias de atención centrada en el paciente en todos los países donde opera. Apoyamos la educación médica continua y generamos alianzas estratégicas con gobierno, sociedad y otros actores clave para promover actividades que permitan prevenir, controlar y disminuir la mortalidad, así como su carga económica y social”.
Recordó que el impacto económico de la diabetes tipo 2 va más allá de la presión que ejerce sobre los sistemas de salud, pues quienes la sufren fallecen prematuramente o presentan una mala calidad de vida, lo que aumenta la demanda de servicios, ausentismo laboral y baja su productividad. Por eso, “existe una tremenda necesidad de comprender mejor el curso de la enfermedad, evitar el riesgo de complicaciones y asegurar las opciones de tratamiento correctas para cada paciente”.
En ese sentido, Carlos Baños destacó que la alianza combina el sólido trabajo de Boehringer Ingelheim en cuanto a innovación, así como la experiencia de casi un siglo de investigación por parte de Eli Lilly en el campo de la diabetes, al ser pionera en el desarrollo de la primera insulina humana y del primer análogo de insulina en el mundo.
El Dr. Marino Fernández, Director Médico de Boehringer Ingelheim, hizo hincapié en que la alianza está convencida de que la innovación es el camino más prometedor para dar esperanza a los pacientes y sus familiares. Por ello, ambas empresas destinan más del 20% de sus ventas netas en la investigación y desarrollo de soluciones individualizadas para la atención de la diabetes en diferentes etapas.
De igual modo, señaló que la alianza está corriendo dos programas de ensayos clínicos fase III para evaluar la seguridad y eficacia de su inhibidor de la SGLT2 en pacientes con y sin diabetes tipo 2 con insuficiencia cardíaca crónica, condición que afecta a 26 millones de personas en el mundo, de las cuales 50% morirá en los próximos 5 años. “Los dos ensayos involucran alrededor de 7,000 personas en total y se prevén resultados en año 2020”.
También se realiza otro estudio con 5,000 pacientes con y sin DM2, a fin de evaluar ese mismo antidiabético oral en el tratamiento de la enfermedad renal crónica, caracterizada por una disminución progresiva del funcionamiento de los riñones. “Dado que en la actualidad sólo hay pocas opciones de tratamiento, es imperante disponer de nuevos fármacos para esta condición que afecta al 15% de la población mundial”, destacó.
Finalmente, los expertos coincidieron en que el manejo de la diabetes tipo 2 va más allá del control de los niveles de glucosa en la sangre; requiere de un tratamiento integral de todos los aspectos de la condición y las complicaciones relacionadas, incluyendo las enfermedades cardiovasculares y renales.
“Las conversaciones alentadoras y colaborativas entre médicos y pacientes pueden conducir a un mejor autocuidado de la enfermedad y adherencia terapéutica, mientras que la disponibilidad de tratamientos innovadores y las acciones coordinadas entre industria, gobierno y sociedad serán fundamentales para poner fin a esta epidemia global. La respuesta a la diabetes, se encuentra en manos de todos”, concluyeron.