La discapacidad y limitación visual es la más común entre los jóvenes mexicanos
Ciudad de México, a 16 de agosto(CÍRCULO DIGITAL).- Entre los 2.5 millones de jóvenes mexicanos (15 a 29 años) con dificultades para realizar sus actividades diarias básicas, el sentido de la vista es el más afectado: prácticamente 4 de cada 10 presentan discapacidad y 6 de cada 10 algún grado de limitación para ver, aun usando lentes, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
Sanos y en pleno crecimiento por naturaleza, los adolescentes y jóvenes difícilmente consultan por su cuenta al médico, situación que los ponen en riesgo de no detectar a tiempo malos hábitos que, de no corregirse, podrían propiciar el desarrollo o agravamiento de enfermedades perjudiciales para su salud visual.
“Ver televisión, revisar correo electrónico, consultar redes sociales, navegar en internet y los videojuegos son de las actividades más practicadas por los jóvenes en su tiempo libre, a las que llegan a dedicar casi cinco horas al día. La exposición prolongada a las pantallas, a distancias no adecuadas y sin el uso de lentes en los casos que sea necesario, puede provocar o agravar errores de refracción como la miopía que, en grados extremos, llega a implicar riesgo de desprendimiento de retina”, asegura la Dra. Hannel Maldonado, especialista en Oftalmología por el Instituto de Oftalmología FAP Conde de Valenciana IAP y expresidenta del Colegio Mexicano de Glaucoma.
Especialmente preocupados por su imagen, los adolescentes no suelen reconocen tener dificultades para ver ante la posibilidad de utilizar anteojos. Por eso es importante que los padres procuren agendarles una revisión con el oftalmólogo al menos una vez al año, a fin de que, en caso de ser diagnosticados con miopía, astigmatismo o hipermetropía, elijan un modelo con el que se sientan cómodos y comiencen a atender el problema cuanto antes o a explorar alguna otra opción para corregir estos defectos refractivos, como el uso de lentes de contacto o la cirugía refractiva en los mayores de edad, en caso de ser buenos candidatos.
“Otro tema importante con los jóvenes —detalla la Dra. Maldonado— es el uso de lentes de sol. Por precio, los que llegan a estar al alcance de sus manos son los que se venden en la calle, que no cuentan con la debida protección contra los rayos UV y que permiten el paso de estos rayos directamente a través de la pupila que se encuentra dilatada por el oscurecimiento del lente, provocando un daño directo a las estructuras delicadas, como la retina, y dificultando la visión. La recomendación es hacer un esfuerzo para comprarlos en establecimientos que garanticen esta protección UV y ofrezcan asesoría de personal calificado”.
En este segmento de edad, la experta ubica dos grupos vulnerables en materia de salud visual: quienes practican deporte y aquellos con antecedentes de enfermedades oculares o crónico degenerativas.
“Los primeros —sobre todo los que usan raquetas, bates o pelotas pequeñas, o que participan en deportes de contacto— están expuestos a golpes en los ojos que, en casos graves, pueden llegar a provocar glaucoma a corto, mediano o largo plazo. Se recomienda el uso de lentes de protección y consultar de inmediato al especialista en caso de tener algún accidente”.
Respecto de las personas con antecedentes de enfermedades, detalla: “Para quienes tienen abuelos, padres o tíos con glaucoma o diabetes, la prevención es fundamental, por lo que la consulta periódica con el oftalmólogo se vuelve un tema todavía más importante. En el caso de enfermedades crónicas como las de origen inmunológico, (artritis, espondilosis anquilosante, lupus), en las que están obligados a utilizar medicamentos como esteroides a largo plazo, también se corre el riesgo de desarrollar glaucomas secundarios y por lo tanto deben tener un control por el oftalmólogo de manera regular, además de la atención médica sistémica que ya reciben”.