Análisis a Fondo
Francisco Gómez Maza
· Largas filas en las casillas, desde muy temprano
· El manto del fantasma del fraude cubría el proceso
A la hora que redacto este texto se desarrolla con tranquilidad la jornada electoral. La gente va a hacer la fila para emitir su sufragio. No ha habido delitos graves como denominador común. Hubo por ahí un asesinato y los tradicionales crímenes electorales como actos anticipados de campaña, rebase de límites de gastos, robo de paquetes de boletas, pero son delitos que no tienen por qué incidir en los resultados finales del proceso.
Las elecciones están muy vigiladas por observadores extranjeros y por la prensa extranjera. México está en una vitrina de crital por los ladosy por arriba y por abajo. No vemos causales para que se repital los gravísimos fraudes de 206 y 2012 cuando fueron entronizados a güego y por la fuerza de la compra de votos dos personajes que pusieron a México en vilo, en el filo de la navaja y que convirtieron al país en un camposanto de fosas clandestinas y llevaron a la economía popular a atizar la pobreza, el hambre, la enfermedad curable, en los sectors de los trabajadores o desempleados o muy mal pagados.
Los órganos jurisdiccionales han puesto bajo la lupa los delitos electorales. La SCJN revisa delitos electorales Actos anticipados de campaña, candidaturas independientes y rebase en el tope de gastos, temas a discutir. Actos anticipados de campaña y el rebase en el tope de gastos de difusión fueron temas jurídicos que caracterizaron los comicios del presidente Enrique Peña Nieto y de su antecesor Felipe Calderón.
Por primera vez en la historia de México, en la elección presidencial de 2018 contenderán candidatos independientes. En este rubro los principales aspirantes que se dedicaron a reunir los requisitos establecidos en la ley, principalmente más de los votantes para obtener el registro, fueron Margarita Zavala y el gobernador con licencia de Nuevo León, Jaime Rodríguez El Bronco, único independiente a la Presidencia.
Probablemente cuando usted esté leyendo este texto, ya el INE haya dado a conocer el nombre del triunfador en la elección de presidente de la república. Con mucho en las encuestas más serias, sin excepción, quien llevaba toda la delantera era Andrés Manuel López Obrador, pero dicen que la encuesta que vale es la de las urnas. No sé los resultados. No puedo esperarme a conocerlos porque esta columna tienen que publicarse en los periódicos impresos y tienen que tenerla por la tarde de este domingo para que les dé tiempo de formarla en sus páginas editoriales. Así que no damos resultados de la elección porque no los tenemos. Sólo le podemos decir que ya es más del medio día de la jornada electoral y no ha habido indicios de hechos que podrían ser determinantes de actos fraudulentos. A no ser que el fraude se haga en los algoritmos del Programa de Resultados Preliminares en donde con un dedazo un 90 puede convertirse mágicamente en un 900. Pero yo veo muy difícil el fraude al estilo de la elección de Felipe Calderón, o al estilo de Alfredito del Mazo en el Estado de México. Hay mucha observación sobre las mesas de votación y sobre la app del PREP. Pero menor esperemos.
Me preocupaba bastante el estado inconsciente en el que se mueve la mayoría de los mexicanos, que los hace tomar decisiones precipitadas o irreflexivas, o dejarse llevar por propaganda negra o noticias falsas. Y de noticias falsas estamos llenos. Hay programas pagados por interesados en contra de la democracia representativa que están pagando millones de pesos para inducir la conciencia de los mexicanos de mente débil a votar por un determinado candidato o una determinada fórmula para el Congreso, etc.