Tras la puerta del poder
Roberto Vizcaíno
Acostumbrados a apoyar abiertamente a candidatos en disputa electoral dentro de sus países, los corresponsales extranjeros de los grandes medios del mundo desarrollado acreditados en México han metido a sus diarios, revistas y noticiarios de TV de lleno en la actual campaña presidencial mexicana.
Ninguno de ellos, ni sus medios, esconde sus preferencias. Por ello hemos visto durante los últimos meses, especialmente en las semanas más recientes, informaciones con encabezados como el The Financial Times: Imposible competirle a AMO… O el del siempre flemático The Economist: Anaya, la mejor esperanza para el futuro de México…
Es así que el involucramiento de la prensa extranjera no sólo queda en informaciones a veces contradictorias e incomprensibles por venir del mismo corresponsal, sino en abiertos y cínicos libelos, golpes bajos, sin más fundamento que el de golpear a un opositor del candidato preferido.
Eso ocurrió la semana pasada cuando el corresponsal del otrora prestigiadísimo e irrebatible The New York Times, Azam Ahmed, le receta un descontón mediático a Manlio Fabio Beltrones, recién designado promotor del voto del candidato presidencial de la alianza PRI, PVEM y Panal José Antonio Meade en la 1ra Circunscripción Electoral.
Bajo atractivo el encabezado de: ¿Se acerca el ocaso político de Manlio Fabio Beltrones?, el mencionado corresponsal del NYT retoma una información de mediados de diciembre, a la cual editorializa al agregarle supuestos y afirmaciones temerarias.
La información se refiere al proceso abierto por la Fiscalía de Chihuahua por un supuesto desvió de 240 millones de una partida federal entregada al gobierno del estado, para ser utilizada ilegalmente en la campaña electoral del PRI en el proceso de 2016.
El proceso judicial se inició con base a una declaración ministerial de Jaime Herrera Corral – exsecretario de Hacienda de Chihuahua en el Gobierno de César Duarte-, quien se ha convertido en “testigo protegido”, con pago incluido.
Herrera afirma que Alejandro Gutiérrez le informó que el entonces secretario de Hacienda –y hoy titular de Relaciones Exteriores-, Luis Videgaray, había convenido con el entonces presidente del PRI, Beltrones, transferir los 240 millones al gobierno de César Duarte en Chihuahua, para ser retirado vía facturas de servicios, y ser realmente usados para financiar las campañas del tricolor en 3 estados: Chihuahua, Tamaulipas y Veracruz.
Gutiérrez, quien era no operador financiero sino secretario General Adjunto del PRI, fue detenido días después y llevado a una cárcel estatal en Chihuahua desde dónde ha negado lo que le imputa Herrera, y donde se ha quejado reiteradamente de tortura.
Desde que el fiscal de Chihuahua, dependiente del gobernador panista Javier Corral, no ha podido documentar nada de lo que se ha dicho.
Pese a que el caso está inexplicablemente en un abierto impase, Beltrones ha insistido saber si se le acusa de algo. Nadie le ha respondido nada.
Videgaray, con fuero federal por ser secretario de Relaciones Exteriores, simplemente los ha ignorado.
Hoy Azam Ahmed, de The New York Times, retoma el caso convenientemente para atribuirle a Beltrones riquezas inexplicables y otros supuestos.
En su artículo de la semana anterior dice:
“Durante décadas, Manlio Fabio Beltrones ha presidido sobre la política mexicana mientras acumula una cantidad enorme de poder y una vasta fortuna personal, a la vez que evita escándalos que podrían haber tumbado a un operador menos sagaz.
“Sin embargo, un caso de corrupción podría poner en jaque su futuro político y legal, así como las aspiraciones de cara a las elecciones de julio de su Partido Revolucionario Institucional, que gobierna el país con el presidente Enrique Peña Nieto”.
¿En serio durante décadas Beltrones ha dominado y hecho como se le dé la gana a la política mexicana? ¿Y ha acumulado una enorme fortuna?
Ciertamente ha sido un elemento importante, sobresaliente entre otros muchos, pero de ahí a controlar la política, pues…
¿Y dónde está la enorme fortuna del sonorense? Bien dicen que el amor y el dinero no se pueden ocultar, ¿no?
Este mismo corresponsal hace unas semanas lanzó a The New York Times contra El Universal, La Jornada y Milenio al indicar que la prensa mexicana era una prensa vendida a los enormes presupuestos de publicidad del Gobierno de Peña Nieto.
Las respuestas no se hicieron esperar. Y el corresponsal y su diario quedaron pésimo.
A ver con qué sale la próxima semana.
NO ES EL ÚNICO
Pero Azam Ahmed, de The New York Times, no es el único que juega a los pesos y contrapesos mediáticos dentro de la campaña presidencial mexicana.
Fan del candidato presidencial panista Ricardo Anaya, The New York Times, publicó una información el 5 de diciembre anterior en que afirma que, AMLO, “lejos de parecerse a Hugo Chávez, o a Nicolás Maduro, algunos lo equiparan con el expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva”, es decir, un populista.
En septiembre de 2017, luego de realizar una visita en Nueva York donde habló con directivos y ejecutivos de las principales Calificadoras y del JPMorgan, el principal banco del mundo, el tabasqueño dejó más dudas que certezas.
The Wall Street Journal… The Economist… y otros medios indicaron que López Obrador no les aclaró si iba o no a echar abajo la reforma energética en caso de ganar las elecciones del próximo año. O qué iba a pasar con el nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México.
The Financial Times, en su artículo ‘Mexico’s elections: corruption confusion’ afirma ahora que Ricardo Anaya Anaya “vio desplomarse su campaña, ante acusaciones relacionadas con lavado de dinero y ridiculización en redes sociales al tratar de poner en marcha un vehículo”.
Y destaca los conflictos de Anaya con sus propios compañeros de partido, en especial con Ernesto Cordero, quien ahora ocupa la presidencia del Senado, así como el rompimiento con los expresidentes Vicente Fox y Felipe Calderón.
The Financial Times, en sus pronósticos para el 2018, aseguró que el candidato de la coalición PRI, PVEM y Nueva Alianza, José Antonio Meade, será el próximo de presidente de México.
El diario inglés se dice convencido de Meade vencerá a Andrés Manuel López Obrador.
“Respaldado por la formidable maquinaria electoral del PRI, Meade podría ser imparable”, aseguró la corresponsal Jude Webber.
Por su parte, la revista estadounidense Time coincide en que la contienda final será entre Meade y López Obrador.
El artículo del pasado 15 de diciembre, titulado “Las 5 Elecciones para tener en la mira en 2018”, afirma que el «dos veces fallido candidato» tiene como principal rival a un tecnócrata que ha ocupado más lugares en el gabinete que cualquier otra persona, y que es lanzado por el PRI, pese a no pertenecer formalmente al partido.
La consultora Eurasia Group, en su reporte: “Riesgos Globales del 2018”, señala que, aunque López Obrador no es tan radical como algunos rivales lo describen, representa un rompimiento fundamental con el modelo económico amigable con los inversionistas implementado desde la década de los 80.
En noviembre del año pasado, The Economist reconoció que López Obrador tiene fuertes probabilidades de ganar, pero que debe aprender a manejar de mejor forma su actitud de confrontación con las instituciones y políticos mexicanos.
Otras publicaciones como Bloomberg, señalan que López Obrador puede capitalizar el descontento de los mexicanos ante escándalos de corrupción y el insuficiente crecimiento económico.
En fin, apenas una muestra de cómo se han involucrado los medios extranjeros en el proceso presidencial mexicano.
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